MUNDIAL DE FÚTBOL-SALA

Brasil, tricampeón en Barcelona

España no pudo con el orden defensivo y la capacidad goleadora del contrario

Tres campeonatos del mundo, tres títulos. Brasil no admite réplica incluso en el fútbol sala. A su capacidad goleadora unió ayer un buen orden defensivo, y el equipo de Tacado -el dentista de Ronaldo- no dio opción al colectivo español. El grupo de Javier Lozano jamás se entregó. El suyo, sin embargo, fue un esfuerzo sin recompensa. Le faltó clarividencia y le sobró bravura. El segundo puesto, en cualquier caso, es digno de elogio. Fue una selección solvente, la menos goleada del campeonato, que sólo se inclinó ante el campeón. Brasil mandó desde el inició y administró su renta. Se puso con un...

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Tres campeonatos del mundo, tres títulos. Brasil no admite réplica incluso en el fútbol sala. A su capacidad goleadora unió ayer un buen orden defensivo, y el equipo de Tacado -el dentista de Ronaldo- no dio opción al colectivo español. El grupo de Javier Lozano jamás se entregó. El suyo, sin embargo, fue un esfuerzo sin recompensa. Le faltó clarividencia y le sobró bravura. El segundo puesto, en cualquier caso, es digno de elogio. Fue una selección solvente, la menos goleada del campeonato, que sólo se inclinó ante el campeón. Brasil mandó desde el inició y administró su renta. Se puso con una ventaja de dos goles en los 15 primeros minutos y, desde entonces, replicó a cada tanto español con otro gol. No hubo forma de que los locales pillaran al equipo dirigido en la cancha por Choco, un futbolista inmenso, física y técnicamente, y por Danilo, un jugador que participó en todas las acciones trascendentales del choque. La guinda la puso el pichichi del campeonato, Manoel (14 tantos), que marcó un gol en cada portería, el último en la española.

La lesión de Lorente resultó trascendental para el equilibrio del juego del colectivo de Lozano. España perdió la consistencia de la que presumió durante todo el torneo y que le permitió llegar a la final con sólo seis goles en contra. El mejor resultó Vicentín, anárquico quizá en algunas acciones, pero el más certero ante la meta rival. Jugar a remolque del marcador y del juego del contrario fue una losa para un equipo que, además, se quejó de la actuación de los árbitros por boca de su seleccionador.

"La final merecía algo más, empezando por los colegiados, que no han estado a la altura del partido y lo han desnivelado", dijo Lozano. "Si ha habido un campeón, ese ha sido España, ya que nosotros nos hemos desgastado más", agregó el entrenador. "Sólo los errores infantiles han propiciado que Brasil mandara en el marcador, pero no nos han superado. Brasil ha sido un flojo rival".

El capitán Vicentín, en cambio, expuso: "Nuestro rival ha estado muy organizado en defensa y cuando nos hemos dado cuenta ya nos llevaba dos goles de ventaja". Y agregó: "Teníamos equipo para ganar el Mundial, pero no ha podido ser".

Los brasileños elogiaron al equipo español al tiempo que se felicitaban por un título que les corona como reyes del fútbol a todos los niveles.

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