Un faro roto lleva hasta los autores de un atropello mortal sin testigos

Unos trozos de cristal y los restos del piloto delantero izquierdo de un coche han llevado a la policía hasta los autores de un atropello mortal que nadie vio. Se dieron a la fuga el pasado día 1, tras arrollar a las 5.00 a un hombre en el paseo de Santa María de la Cabeza. Los detenidos, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía, son Pablo V. G., y Fernando S. S., ambos de 19 años. Tras el suceso, la víctima, muerta, quedó tendida sobre las líneas blancas de un paso de cebra, los presuntos autores pisaron fuerte el acelerador, y la policía se puso a investigar.. No había testigos del a...

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Unos trozos de cristal y los restos del piloto delantero izquierdo de un coche han llevado a la policía hasta los autores de un atropello mortal que nadie vio. Se dieron a la fuga el pasado día 1, tras arrollar a las 5.00 a un hombre en el paseo de Santa María de la Cabeza. Los detenidos, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía, son Pablo V. G., y Fernando S. S., ambos de 19 años. Tras el suceso, la víctima, muerta, quedó tendida sobre las líneas blancas de un paso de cebra, los presuntos autores pisaron fuerte el acelerador, y la policía se puso a investigar.. No había testigos del atropello, y la única pista eran unos trozos de cristal y un piloto roto del coche. Estos restos llevaron a la siguiente conclusión: se trataba de un coche de la marca Audi, modelo A-3.

Durante varios días, los investigadores encargados del caso recogieron información sobre varias decenas de coches de estas características, y se entrevistaron con los, propietarios de estos vehículos. A la vez, visitaron concesionarios y talleres mecánicos de la, compañía Audi.

El relato de la dueña de uno de los vehículos inspeccionados, con domicilio en la avenida de Abrantes, fue definitivo: la mujer no pudo enseñar a la policía el coche, que se estaba reparando en un taller de la avenida de Santa Eugenia. Según explicó, se lo había prestado a su hijo Pablo para ir a tomar unas copas con sus amigos durante la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre. Mientras estaba aparcado en la calle de Serrano, contó el chico a la madre, le habían golpeado en la parte delantera.

El vehículo fue localizado cuando aún no había sido reparado. Presentaba un fuerte golpe en el parachoques delantero, daños en el capó, la luna rota por hundimiento, el techo abollado, el faro delantero izquierdo roto y le faltaba un piloto. De inmediato, la policía comprobó que el piloto hallado correspondía. al del vehículo sospechoso. Pablo V. G iba con su amigo Fernando S. S. Ambos confesaron que en el momento del atropello les invadió el pánico y no se detuvieron.

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