El "entorno" se traga a Lotina

Un advenedizo consejero del Logroñés se dirió a Miguel Ángel Lotina hace una semana y le ustificó su despido: "No tienes experiencia". Una excusa tan vieja como el futbol. Horas después, el 1 club anunció el fichajede Liber Arispe, un uruguayo que jamás ha entrenado en Europa y cuya última experiencia en un banquillo fue en la Liga hondureña (1994). Una frivolidad muy propia del fútbol. Pero no sólo Lotina ha pagado la novatada. Su sospecha, es que los accionistas del Logroñés, nuevos en el palco de Las Gaunas, "han sido presa fácil del entorno" que se mueve en el fútbol. Los intermedi...

Un advenedizo consejero del Logroñés se dirió a Miguel Ángel Lotina hace una semana y le ustificó su despido: "No tienes experiencia". Una excusa tan vieja como el futbol. Horas después, el 1 club anunció el fichajede Liber Arispe, un uruguayo que jamás ha entrenado en Europa y cuya última experiencia en un banquillo fue en la Liga hondureña (1994). Una frivolidad muy propia del fútbol. Pero no sólo Lotina ha pagado la novatada. Su sospecha, es que los accionistas del Logroñés, nuevos en el palco de Las Gaunas, "han sido presa fácil del entorno" que se mueve en el fútbol. Los intermediarios echaron sus redes sobre Logroño, convencieron a los nuevos propietarios de que el equipo tenía plantilla para estar en la UEFA y empujaron a Lotina al abismo cuando el equipo estaba fuera de la promoción. Esta es la historia de las triquiñuelas de ese ente abstracto que los futboleros llaman entorno. Pero, ¿qué es el entorno?, ¿cómo actúa? Lotina tiene su versión.El Numancia era aún un club sin portadas, cuando el pasado mes de enero emisarios del Logroñés que estaba en Segunda rumbo a Primera con Juande Ramos en el banquillo- contactaron con Lotina. Nada le hacía sospechar que poco después, la Copa del Rey le iba a poner en el álbum de oro de la temporada. El Atletic le ofreció cuatro años de contrato para trabajar en Lezama. Lotina estaba de moda y se fue al Logroñés. Desde Fernando Vázquez, que pasó del Lugo al Compostela, en la historia reciente nadie había dado un salto de Segunda B a Primera. Lotina llegó con 39 años, se puso manos a la obra y se quedó manco: "No había informes de jugadores españoles ni extranjeros".Más o menos fue perfilando una plantilla. Aliviado el problema, se topó con otro: "En agosto los periodistas hacían apuestas en los entrenamientos sobre cuánto tiempo duraría en el cargo". Las timbas le resultaron sospechosas. Hasta que comprobó que entre los consejeros no había unanimidad sobre su fichaje: "Los nuevos accionistas eran empresarios muy serios en su trabajo que de repente habían pasado de ser aficionados de tribuna a verse en los telediarios y codearse con intermediarios, presidentes famosos, periodistas, jugadores... Eran presa fácil para los intermediarios, que les mareaban cada día con la UEFA". Lotina reflexionaba: "Con 130.000 habitantes y 10.000 socios estar en Primera ya es una lotería; a la UEFA ni siquiera llegaron la pasada temporada Madrid, Betis y Deportivo". Nadie quería escucharle. El eco de los agentes cada día era más fuerte. 'Tos intermediarios hacen mucho bien, pero están para ganar dinero". "Lo triste "' agrega Lotina, "es que los accionistas recién llegados se flan más de los intermediarios que de sus entrenadores". Lotina no encajaba en el macroproyecto europeo. Para el entorno era un tipo majete que no estaba a la altura de la aventura riojana.El proyecto europeo del Logroñés se había cimentado sobre cuatro futbolistas uruguayos: Canals, Baltierra, Tejera y Rubén Sosa -"grandes profesionales", según Lotina Los tres primeros llegaron de la mano de Francisco Casals, un agente. Canals, lesionado en pretemporada, y Rubén Sosa no han actuado con regularidad. Tejera y Baltierra han tenido altibajos. Con todo, el Logroñés iba bien clasificado. Pero llegaron las palizas del Camp Nou (8-0) y San Mamés (6-0). Lotina se sintió indefenso. Era el momento ideal para el entorno. Las críticas le aplastaron y llegó Liber Arispe, también representado por Francisco Casals, el de los tres uruguayos. Ahora los accionistas no podrán negar que Lotina tiene más experiencia. Al menos le han permitido descubrir de qué va eso del entorno: "Puede que dentro de diez años los accionistas sean grandes dirigentes, pero a Lotina ya le han hecho la puñeta, y hoy, con ese entorno, nadie puede salvar al Logroñés". Con experiencia o sin ella, al margen de los cuatro uruguayos de la plantilla, en Logroño sólo Lotina sabía quién era "Un mes antes de que me echaran ya había oído hablar de él". ¿Cuchicheos del entorno?