Condenado a tres meses de prisión un coronel por abofetear a un legionario

El Tribunal Militar Central ha condenado a tres meses y un día de prisión al coronel E. R. G. por un delito de abuso de autoridad, en su modalidad de maltrato de obra a un inferior.Los hechos se produjeron el 23 de enero de 1993, en el acuartelamiento del tercio Gran Capitán de la Legión, con base en Melilla, cuando el coronel jefe de la unidad pasaba revista a una sección del tercio que iba a ser enviada a Bosnia-Herzegovina.

Según la sentencia, firmada el pasado lunes, el coronel se detuvo a la altura de M. S. V. y, "al sorprenderle el aspecto que ofrecían los bolsillos del uniforme d...

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El Tribunal Militar Central ha condenado a tres meses y un día de prisión al coronel E. R. G. por un delito de abuso de autoridad, en su modalidad de maltrato de obra a un inferior.Los hechos se produjeron el 23 de enero de 1993, en el acuartelamiento del tercio Gran Capitán de la Legión, con base en Melilla, cuando el coronel jefe de la unidad pasaba revista a una sección del tercio que iba a ser enviada a Bosnia-Herzegovina.

Según la sentencia, firmada el pasado lunes, el coronel se detuvo a la altura de M. S. V. y, "al sorprenderle el aspecto que ofrecían los bolsillos del uniforme de campaña que vestía el indicado legionario, procedió a extraer de uno de ellos el Documento Nacional de Identidad del revistado y, ante el mal estado del documento y uniformidad, le reprochó tales circunstancias y, levantando la mano donde sostenía el documento, golpeó con ella dos veces la cara del legionario, que continuaba en posición de firmes, a la vez que le restregaba por el rostro el carné, sin producirle ningún resultado lesivo".

El tribunal argumenta que el delito militar de maltrato de obra no exige la existencia de lesiones y ni siquiera la denuncia de la víctima, pues el comportamiento sancionado no sólo atenta contra la integridad y la dignidad del inferior, sino también contra el principio de disciplina.

El fiscal militar pidió en el juicio cuatro meses de prisión; mientras que el defensor solicitó la nulidad de las actuaciones o, como alternativa, la absolución. Uno de los dos vocales militares del tribunal, formado por cinco generales, presentó un voto particular en favor de la absolución, por considerar que los hechos no están suficientemente probados.

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