Stoichkov es Stoichkov

Corría el minuto 55 y Stoichkov andaba caliente por la cancha. No es que tenga celos de Ronaldo, pero se reivindica a la que puede. Llevaba ya un gol en el zurrón cuando apareció por el pico derecho del área y, de forma muy comediante, se dejó caer ante la pierna de Sotero. Picó el árbitro y pitó penalti. Parecía que no habría ninguna discusión sobre quien lo tiraría: Popescu es el encargado. Stoichkov, sin embargo, no atendió a ninguna jerarquía. Tomó el cuero, apartó a todo el que se le acercó y le dijo a Popescu que el penalti lo tiraba él.Popescu acabó cediendo, entre otras razones ...

Corría el minuto 55 y Stoichkov andaba caliente por la cancha. No es que tenga celos de Ronaldo, pero se reivindica a la que puede. Llevaba ya un gol en el zurrón cuando apareció por el pico derecho del área y, de forma muy comediante, se dejó caer ante la pierna de Sotero. Picó el árbitro y pitó penalti. Parecía que no habría ninguna discusión sobre quien lo tiraría: Popescu es el encargado. Stoichkov, sin embargo, no atendió a ninguna jerarquía. Tomó el cuero, apartó a todo el que se le acercó y le dijo a Popescu que el penalti lo tiraba él.Popescu acabó cediendo, entre otras razones porque nunca pudo hacerse con el cuero, y Stoichkov lanzó el penalti. Fue inapelable. Ejecutada la máxima pena, Popescu fue al encuentro del búlgaro y se fundieron en un abrazo.

"Habíamos decidido que si se producía un penalti en un momento decisivo, con 0-0 en el marcador, por ejemplo, lo lanzaría Stoichkov", anunció después Robson para enredar más el asunto, "pero que si el partido ya estaba decidido lo ejecutaría Popescu, para que volviera a coger ánimos tras fallar ante el Estrella Roja. Pero Hristo entendió que él debía acabar con la jugada que había comenzado y lo lanzó". Y acabó: "Stoichkov es Stoichkov".