Cartas al director

Aplausos

Tengo un amigo al que le gustaría mucho acudir a algunos de los programas de cualquiera de las televisiones, tanto en los que interviene el público en los concursos como en los que se limitan a ser meros espectadores.Pero está imposibilitado para ello porque es manco y, por lo tanto, no puede cumplir con el requisito indispensable en esta clase de programas, que es el de aplaudir constantemente.

Se aplaude al final de cada actuación del concursante, sea buena o fatal, como ocurre en algunas ocasiones. Ya hasta se aplaude él mismo. Después de un bloque publicitario se vuelve a aplaudir d...

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Tengo un amigo al que le gustaría mucho acudir a algunos de los programas de cualquiera de las televisiones, tanto en los que interviene el público en los concursos como en los que se limitan a ser meros espectadores.Pero está imposibilitado para ello porque es manco y, por lo tanto, no puede cumplir con el requisito indispensable en esta clase de programas, que es el de aplaudir constantemente.

Se aplaude al final de cada actuación del concursante, sea buena o fatal, como ocurre en algunas ocasiones. Ya hasta se aplaude él mismo. Después de un bloque publicitario se vuelve a aplaudir de inmediato. Tengo la duda de si este aplauso se dirige al cámara que ha conectado con el auditorio, por haberlo hecho bien, o es que les han gustado los anuncios, lo que ya sería el colmo de la estupidez.

Esta absurda invasión de aplausos va en detrimento del que realmente los merece. Dice mi amigo que no se atreve a acudir a estas transmisiones porque su anormalidad se notaría demasiado. Yo le animo, porque con su presencia sería el único normal en ese mundo de aplaudidores borreguiles.-

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