El Madrid B toma aire

El equipo blanco consigue su primera victoria en casa

El Madrid B toma aire, pero sigue sin fuelle. Llegó la primera victoria en casa, a la tercera fue la vencida, pero fue una victoria un poco raquítica. Durante más de 50 minutos, sobre la Ciudad Deportiva planeó la sensación de que en cualquier momento podía llegar el empate. Y no por el buen juego del Alavés, sino por las escasas garantías que, hoy por hoy, ofrece el equipo de Egea. El resultado no estuvo seguro en ningún momento. De hecho, se fue temblando: en el minuto 90, Pedro Riesco, solo ante Raúl, tuvo en sus botas la igualada. Y falló.Falta conjunción entre las líneas, falta orden en d...

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El Madrid B toma aire, pero sigue sin fuelle. Llegó la primera victoria en casa, a la tercera fue la vencida, pero fue una victoria un poco raquítica. Durante más de 50 minutos, sobre la Ciudad Deportiva planeó la sensación de que en cualquier momento podía llegar el empate. Y no por el buen juego del Alavés, sino por las escasas garantías que, hoy por hoy, ofrece el equipo de Egea. El resultado no estuvo seguro en ningún momento. De hecho, se fue temblando: en el minuto 90, Pedro Riesco, solo ante Raúl, tuvo en sus botas la igualada. Y falló.Falta conjunción entre las líneas, falta orden en defensa, falta acierto en ataque. El Madrid B no da sensación de equipo. Calidad, tiene. Pero cuando los papeles de cada uno no están asumidos, es difícil que aflore el talento de unos jugadores preocupados por los aspectos más mecánicos del juego.A la contra

El filial madridista sólo se oxigenó cuando empezó a jugar a la contra; sólo con el marcador a favor, fue capaz de crear peligro. Hasta el momento en que llegó el gol, la incapacidad, para inventar en los, metros. finales fue manifiesta.El Alavés, por su parte, demostró bien poco. Llegó con el crédito de cuarto clasificado y exhibió fútbol embarullado, lento, sin brillo alguno.

El primer tiempo fue un desprecio continuo al balón: el juego fue tan embarullado que rozó la insolencia para con el inocente cuero. EI gol de Luis Martínez fue la ilusión de un segundo tras 35 minutos de atasco.

En la segunda parte, el Madrid B jugó algo más alegre. La coyuntura, es decir, la posibilidad de jugar a la contra, se lo permitió. Sánchez, un jugador: al que habrá que seguir la pista, Morán y Martínez anduvieron atareados, intentando hacer que el equipo funcionase. Pero cuando el balón llegaba arriba, el jugador más rápido, Zeferino, se encargaba de erigirse en freno de las acciones de sus compañeros: el futbolista portugués atesora calidad, pero chupa demasiado.

Con todo, el equipo blanco sumó su primera victoria en casa: con tres puntos se corrigen mejor los errores.

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