La lentitud de los procesos preocupa al presidente del Poder Judicial

El presidente del Tribunal Supremo, Javier Delgado Barrio, afirmó ayer ante el Rey Juan Carlos, en la apertura del Año Judicial, que pretende ver la Justicia "no sólo con los ojos avezados de un ya veterano magistrado", sino también "con una mi.rada nueva, la mirada del ciudadano". Delgado manifestó que la "preocupación obsesiva" del Consejo General del Poder Judicial, que también preside, es la lentitud de la Justicia y, dentro de ésta, la situación de la jurisdicción contencioso-administrativa, con más de 244.000 asuntos pendientes, exige "un tratamiento de la enfermedad que resulta ya insos...

El presidente del Tribunal Supremo, Javier Delgado Barrio, afirmó ayer ante el Rey Juan Carlos, en la apertura del Año Judicial, que pretende ver la Justicia "no sólo con los ojos avezados de un ya veterano magistrado", sino también "con una mi.rada nueva, la mirada del ciudadano". Delgado manifestó que la "preocupación obsesiva" del Consejo General del Poder Judicial, que también preside, es la lentitud de la Justicia y, dentro de ésta, la situación de la jurisdicción contencioso-administrativa, con más de 244.000 asuntos pendientes, exige "un tratamiento de la enfermedad que resulta ya insoslayable".Destacó después que los jueces ordinarios pueden declarar la derogación de normas anteriores a la Constitución, aunque tengan rango de ley, sin necesidad de plantear la cuestión de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional.

El presidente del Supremo defendió la transparencia de la Justicia pese a que la publicidad del proceso puede generar riesgos para "la indepencia e imparcialidad del juzgador, en los casos de desmedidas campañas de prensa". Sin embargo, afirmó que la crítica de las sentencias en lo medios de comunicación no sólo es "viable constitucionalmente" sino "también deseable, no só1 para el juez, que conocerá la opinión de sus conciudadanos, sin también para el legislador, que comprobará cuál es la reacción social ante el resultado final que en concreto, deriva de la norma abstracta que elaboró.

Para el presidente del Supremo, respecto a una "sentencia motivada" cabe esperar una crítica razonada". "Se trata de oponer razones a razones" porque "las reglas que inspiran el mercado de las ideas terminan por apartar aquéllas que no tiene una seria fundamentación.