González subraya que su adversario político es el PP y no los nacionalistas catalanes o vascos

En su primera comparecencia ante diputados y senadores del PSOE después de las vacaciones, Felipe González dejó claro ayer que su adversario político es el Partido Popular y no los nacionalistas catalanes y vascos de CiU y el PNV, aunque los votos de éstos resulten imprescindibles para apuntalar la acción de gobierno. No fue una comparecencia al uso. González, como presidente del Grupo Parlamentario Socialista, tomó la palabra después de que hablaran otros cuatro diputados en respuesta al informe del portavoz, Joaquín Almunia. -González habló como un diputado más * . Según manifestaron algunos...

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En su primera comparecencia ante diputados y senadores del PSOE después de las vacaciones, Felipe González dejó claro ayer que su adversario político es el Partido Popular y no los nacionalistas catalanes y vascos de CiU y el PNV, aunque los votos de éstos resulten imprescindibles para apuntalar la acción de gobierno. No fue una comparecencia al uso. González, como presidente del Grupo Parlamentario Socialista, tomó la palabra después de que hablaran otros cuatro diputados en respuesta al informe del portavoz, Joaquín Almunia. -González habló como un diputado más * . Según manifestaron algunos parlamentarios, trató de evitar un debate en torno a sus palabras. Asistentes a la reunión desmenuzaron la breve intervención del ex presidente del Gobierno en cuatro apartados referidos al PP, los sindicatos, Izquierda Unida y el propio PSOE.

Llamó la atención el énfasis que puso al recordar a los suyos que el adversario es el PP y nunca CiU o el PNV. Remachó que los responsables de todo lo que ocurra son los populares y no los nacionalistas, por mucho que les ayuden con sus votos.

Esta es una diferencia sustancial con la actuación del PP en la oposición, ya que de manera permanente acusaba a los nacionalistas de ser "corresponsables" de todos los males que provocaba la acción del Ejecutivo presidido por González.

Para el líder del PSOE, los populares están dando muestras de no tener un proyecto político, puesto que desde la oposición no se dedicaron a construir una alternativa, y como consecuencia sus actuaciones son "contradictorias". Aun así, le parece intuir que el Gobierno de José María Aznar va a hacer todo lo posible para no aparecer como el Ejecutivo que desmanteló el Estado de bienestar. De esta forma, pareció aludir al posible acuerdo entre el Ejecutivo y los sindicatos en materia de pensiones. Si se produce, los socialistas apoyarán el contenido de ese pacto.

González mantuvo ante sus compañeros la tesis de que la convocatoria de elecciones generales en 1998 es verosímil. Y declaró que el PSOE debe empezar a trabajar inmediatamente porque, a su juicio, tiene posibilidades de volver al Gobierno pasada una sola legislatura.

El líder socialista se hizo eco de las voces de fuera y dentro de su partido que no ven una acción clara de oposición y se preguntó cuánto tiempo había transcurrido hasta que la voz de la oposición al Gobierno socialista sonara nítida y clara en la opinión pública. Casi pasaron ocho años, aseguran que dijo.

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Como el secretario general del PSOE está convencido de la, carencia de proyecto político del Gobierno de Aznar, debido a su incapacidad para construir desde la oposición una alternativa, advirtió que al PSOE no puede sucederle lo mismo. "No sólo queremos denunciar y criticar, sino presentar una alternativa progresista con respuestas a los problemas de los ciudadanos", señaló.

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