El fiscal ve "violencia innecesaria y gratuita" en la muerte del taxista

Los asesinos de Tomás Martín Montoya, de 60 años, querían robarle, pero emplearon para ello una "violencia innecesaria y gratuita" según sostuvo ayer el fiscal durante el juicio celebrado en la Audiencia de Madrid. José Luis Martínez y Amaro Antonio García, los acusados, escucharon una petición de cárcel de 30 años para cada uno como autores de la muerte de ese taxista de Arganda (29.000 habitantes) y del robo cometido.

Asimismo, el fiscal pidió 30 millones de indemnización para su viuda y 15 para cada una de las cuatro hijas.Los hechos ocurrieron el 1 de octubre de 1994. Según el fisca...

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Los asesinos de Tomás Martín Montoya, de 60 años, querían robarle, pero emplearon para ello una "violencia innecesaria y gratuita" según sostuvo ayer el fiscal durante el juicio celebrado en la Audiencia de Madrid. José Luis Martínez y Amaro Antonio García, los acusados, escucharon una petición de cárcel de 30 años para cada uno como autores de la muerte de ese taxista de Arganda (29.000 habitantes) y del robo cometido.

Asimismo, el fiscal pidió 30 millones de indemnización para su viuda y 15 para cada una de las cuatro hijas.Los hechos ocurrieron el 1 de octubre de 1994. Según el fiscal, José Luis se acercó sobre las 21.30 a la parada de taxis de la calle de la Solanilla, en Arganda, para robar la recaudación de alguno de los vehículos estacionados.

José Luis subió al primer coche de la parada y le dijo al taxista que le llevase a las afueras, donde tenía una moto averiada. A mitad del trayecto, y a juicio del fiscal, recogieron a Amaro. Cuando llegaron a un descampado, José Luis intimidó con un machete a Tomás para que le diese todo el dinero. El taxista intentó defenderse con una navaja que llevaba en el coche, lo que origino un forcejeo que acabó con la muerte de Tomás. Los médicos certificaron hasta 53 puñaladas.

¿Cómo se mata a alguien?

Algunos de los amigos de José Luis y Amaro testificaron ayer que habían estado tomando drogas todos ellos esa misma tarde en una casa y que José Luis les había dicho que tenía la intención. de robar a alguien y, quizás, matarlo. "Nos preguntó varias veces cómo se podía matar a una persona, pero nadie le tomó en serio", comentó Gema, una de las amigas.Las defensas solicitan la absolución, basándose en que se hallaban drogados.

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