Larra y las tertulias

En estos últimos tres años, en los que hemos sido invadidos por las tertulias radiofónicas, donde unos cuantos señores y señoras, siempre los mismos, y desde intereses y posiciones políticas hartamente conocidos, han predicado y pontificado sobre lo divino y humano, he recordado muchísimas veces a Larra: "Aquí el pensamiento reposa / en su vida hizo otra cosa". Y me asombra lo actual que sigue siendo nuestro autor romántico, que escribe estos versos en 1836; permítanme que les diga que después de siglo y medio, en los supuestos formadores de opinión no aparece el pensamiento en su más noble se...

En estos últimos tres años, en los que hemos sido invadidos por las tertulias radiofónicas, donde unos cuantos señores y señoras, siempre los mismos, y desde intereses y posiciones políticas hartamente conocidos, han predicado y pontificado sobre lo divino y humano, he recordado muchísimas veces a Larra: "Aquí el pensamiento reposa / en su vida hizo otra cosa". Y me asombra lo actual que sigue siendo nuestro autor romántico, que escribe estos versos en 1836; permítanme que les diga que después de siglo y medio, en los supuestos formadores de opinión no aparece el pensamiento en su más noble sentido, aquel que nace del talento y la honestidad: basta escuchar hasta la saciedad decir siempre lo mismo, contra los mismos, en contra o a favor de sus propios intereses...El ejercicio de pensar con rigor y honestidad, y analizar cualquier situación política, Gobierno, jueces, hechos acaecidos... está ausente salvo en rarísimos contertulios y contadísimas excepciones.

Aun a riesgo de parecer pedante, no puedo menos que terminar con Ortega, tan actual todavía sobre España: "La ausencia de los mejores ha creado en la masa una secular ceguera para distinguir el hombre mejor del peor, de suerte que cuando en nuestra tierra aparecen individuos privilegiados la masa no sabe aprovecharlos y a menudo los aniquila".

Quiero decir que esto no es generalizable a todas las tertulias ni a todos los contertulios, pero es totalmente adecuado, utilizando a Ortega, para aquellas y aquellos que son pura masa.-