GENTE

DÉBITO CONYUGAL

El actor norteamericano de origen austríaco Arnold Schwarzenegger ha declarado a la revista alemana Focus que su mujer, Maria Shriver, sobrina del fallecido presidente de Estados Unidos John Fitnerald Kennedy, siempre ha cumplido con el débito conyugal: "Mi mujer jamás me ha negado el sexo". Por la cuenta que le tiene. Con esa mole de músculos, cualquiera se atreve. Este actor de 49 años, hijo de un policía austríaco de Graz que emigró a Estados Unidos, ganó el título de Mister Universo y se casó con una heredera de una de las mejores familias de la Coste Este, cuen...

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El actor norteamericano de origen austríaco Arnold Schwarzenegger ha declarado a la revista alemana Focus que su mujer, Maria Shriver, sobrina del fallecido presidente de Estados Unidos John Fitnerald Kennedy, siempre ha cumplido con el débito conyugal: "Mi mujer jamás me ha negado el sexo". Por la cuenta que le tiene. Con esa mole de músculos, cualquiera se atreve. Este actor de 49 años, hijo de un policía austríaco de Graz que emigró a Estados Unidos, ganó el título de Mister Universo y se casó con una heredera de una de las mejores familias de la Coste Este, cuenta que él y su mujer solucionan a base de sentido del humor eventuales problemas matrimoniales. No hace mucho, al actor le hicieron doctor honoris causa, y al pronunciar el discurso de agradecimiento citó a su mujer como la mejor del mundo y añadió que lo hacía porque, de lo contrario, Maria Shriver le castigaría una semana sin sexo. Era una broma, explica Schwarzenegger, porque su esposa jamás le negó las prestaciones que exige un matrimonio como Dios manda. Describe el actor. a su mujer como una persona con mucho sentido del humor, que no vacila en tomarle el pelo en público. Como ejemplo, cita Schwarzenegger las discrepancias por ideas políticas. El émulo de Rambo es, como corresponde a su aspecto somático, republicano convencido. Maria Shriver, por pura cuestión de genes, no podría ser otra cosa que demócrata hasta la médula. Maria ha explicado que acepta el republicanismo de Schwarzenegger para cumplir con la promesa matrimonial de permanecer juntos "en la enfermedad y en la salud". Según la Kennedy, "la enfermedad de Arnold es el republicanismo", y no le queda otra que aguantarla. En la educación de los hijos, reparto de papeles: ella es la madre permisiva, y él se encarga de la disciplina. Pero el actor corre el riesgo de convertirse en un progresista en asuntos de pedagogía: "La forma en que me castigaban mis padres se llamaría hoy maltrato a los niños. Me daban con regularidad alguna bofetada cuando me portaba mal. Esto, naturalmente, hoy ya no se usa".-

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