Tribuna

Qué va, que va.

He ido al límite, estuve tres veces a punto de cogerlos, pero nada. No pude meterme en la escapada buena. Quizás si hubiera arrancado antes, a comienzos del puerto, cuando se fueron Ginés y compañía, habría enlazado. Habría sido una cosa buena: los Telekom nos habrían enfilado y les habríamos hecho trabajar.Que va, que va, que Miguel no lo ha pasado mal. La historia comenzó antes. Justo cuando comenzamos el puerto, se cayeron en el avituallamiento Rominger y Ullrich. Fue un momento de nerviosismo y hambre. Falbio Roscioli, el italiano del Brescialat, atacó en el avituallamiento y tras él salió...

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He ido al límite, estuve tres veces a punto de cogerlos, pero nada. No pude meterme en la escapada buena. Quizás si hubiera arrancado antes, a comienzos del puerto, cuando se fueron Ginés y compañía, habría enlazado. Habría sido una cosa buena: los Telekom nos habrían enfilado y les habríamos hecho trabajar.Que va, que va, que Miguel no lo ha pasado mal. La historia comenzó antes. Justo cuando comenzamos el puerto, se cayeron en el avituallamiento Rominger y Ullrich. Fue un momento de nerviosismo y hambre. Falbio Roscioli, el italiano del Brescialat, atacó en el avituallamiento y tras él salió el líder para reprenderlo. Bueno, eso pensamos, pero tampoco nos podíamos descuidar. Así que se formó un corte y todos para arriba, a toda velocidad, sin bolsa ni nada. Y enseguida se montaron los ataques.

En uno se metió Zülle y poco después se metió Rominger. Yo miré para atrás a Miguel, y lo vi tranquilo. Aun así, nosotros nos hemos puesto a tirar para recortar las diferencias. Entonces llegó Miguel arriba y nos dijo: "pero qué hacéis, quitaros de ahí, no tiréis. Poco después se fueron Ugrumov y Olano. Nosotros tiramos otro poco y ya enlazamos todos. O sea, no lo he visto mal en ningún momento. Tampoco ha habido excesivo terreno para pasarlo mal o hacérselo pasar mal a alguien. Seguimos, esperando.

Nosotros teníamos órdenes de estar siempre delante e infiltrarnos en los cortes. Así, si se rompía el pelotón con los grandes, Miguel siempre tendría un compañero para acompañarle. No se dio ni una cosa ni la otra.

Tony se cayó una segunda vez, bajando el último puerto. Marchaba delante de mí, solo en cabeza y no me puedo explicar cómo ha sido. Cuando se reintegró al pelotón, se quejaba de unos frenos nuevos, muy sensibles. Otros que llevan ese modelo coincidían con él, que había que tener mucho cuidado con la frenada. Pero no sé si ésa fue la razón. De ahí hasta el final, tuvimos que estar un poco atentos porque soplaba viento de costado, pero al final daba de cara, así que tranquilos.

Me alegré mucho de que ganara Chepe, sobre todo cómo lo hizo y ante quién, verdaderos especialistas. Se la ha jugado y le ha salido bien.

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