Tribuna

Más chubasqueros

Día pasado por agua. Y bien pasado. Había veces en que nos caía a chorros. Cuando me he cambiado de ropa, estaba mojado hasta en las partes más protegidas. Y menos mal que hemos ido a una buena velocidad. Si no, nos habríamos calado el doble. Además, al ir rápido no nos enfriamos. El esfuerzo nos hace entrar en calor. También, al caer el agua en tromba es en cierta manera más segura. El agua que escupe la rueda del que llevas delante se va para arriba y no molesta tanto Cuando llueve menos, vas como en una nube de agua: no ves nada.El pelotón ha vuelto a llegar roto en varios grupos. Aunque el...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Día pasado por agua. Y bien pasado. Había veces en que nos caía a chorros. Cuando me he cambiado de ropa, estaba mojado hasta en las partes más protegidas. Y menos mal que hemos ido a una buena velocidad. Si no, nos habríamos calado el doble. Además, al ir rápido no nos enfriamos. El esfuerzo nos hace entrar en calor. También, al caer el agua en tromba es en cierta manera más segura. El agua que escupe la rueda del que llevas delante se va para arriba y no molesta tanto Cuando llueve menos, vas como en una nube de agua: no ves nada.El pelotón ha vuelto a llegar roto en varios grupos. Aunque el mayor corte se ha hecho en la caída cuando el puerto, de tercera, quieras que no también se nota que las fuerzas de algunos van justas. Además, tantos días de lluvia quitan motivación, y también hay gente a la que se le han ido los líderes que ya no tiene nada por qué luchar. Es muy difícil aguantar en carrera con sólo la motivación de seguir sin más.

Como los nueve de la ONCE estaban en el primer grupo, han aprovechado todos para ponerse en cabeza y tirar. Como Leblanc y algún otro escalador se habían quedado cortados, han intentado hacer la mayor diferencia posible. También creo que lo han hecho para colocar a Jalabert en alguna bonificación y hasta han ido a ganar la etapa con Mauri. Ellos están fuertes y es normal que lo hagan, pero a nosotros no nos impresiona.

Nosotros hemos ido tranquilos adelante, aunque con la caída se quedaron cortados Jiménez y Pruden. Eso ha propiciado que sólo dos -Uriarte y yo- hayamos acabado con Miguel, pero sin problemas. Hasta hemos podido esquivar la última caída masiva.

Y ya tenemos los Alpes encima. Yo me planteo la cuestión como un día a día. Mejor así, porque si lo viera todo a la vez, de repente, me emborracharía. Mi trabajo, como el de todos, será estar delante, con Miguel el máximo de tiempo posible. Salvar los primeros puertos ya estaría bien, y llegar hasta el último, perfecto. Entonces, cuando se acelere la marcha definitivamente, quedarnos un poco a nuestro ritmo.

Me voy a buscar más chubasqueros. Con la que llevamos ya habré perdido unos cuantos.

Archivado En