Tribuna

A los españoles:

Casi cualquier conversación que se escuchara al paso de las calles hablaba ayer del encuentro. He aquí un día de higiene nacional: de la perorata sobre la corrupción se ha pasado, por 24 horas, a la peripecia de la selección. Durante unos momentos, las divisiones del país se han desleído sobre un campo común sembrado de hierba. El patriotismo tiene mala fama en España y sólo el deporte, de vez en cuando, crea esta impresión de unión que ni los políticos ni los economistas son capaces de producir. Ser todos un equipo constituye un deseo tan melancólicamente querido que aun en la melancolía de l...

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Casi cualquier conversación que se escuchara al paso de las calles hablaba ayer del encuentro. He aquí un día de higiene nacional: de la perorata sobre la corrupción se ha pasado, por 24 horas, a la peripecia de la selección. Durante unos momentos, las divisiones del país se han desleído sobre un campo común sembrado de hierba. El patriotismo tiene mala fama en España y sólo el deporte, de vez en cuando, crea esta impresión de unión que ni los políticos ni los economistas son capaces de producir. Ser todos un equipo constituye un deseo tan melancólicamente querido que aun en la melancolía de la derrota se convierte en una conquista. -

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