LA LUCHA CONTRA EL FUEGO

El calor tras las lluvias eleva al máximo el riesgo de incendios forestales

Los responsables de la prevención de los incendios forestales de todas las comunidades se reunirán el próximo día 6 en Madrid para coordinar sus operativos con la Administración central con vistas al verano. Sus datos no son optimistas. Se avecina, una campaña de altísimo riesgo. Durante los últimos cinco meses ha llovido como no lo hacía desde hace decenios. Se ha pasado de una atroz sequía a unas precipitaciones intensas y, sin transición, a unas temperaturas anormalmente altas.

Sale el sol sobre mojado. El ambiente es tropical, idóneo para que la vegetación reviente. La mayor parte d...

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Los responsables de la prevención de los incendios forestales de todas las comunidades se reunirán el próximo día 6 en Madrid para coordinar sus operativos con la Administración central con vistas al verano. Sus datos no son optimistas. Se avecina, una campaña de altísimo riesgo. Durante los últimos cinco meses ha llovido como no lo hacía desde hace decenios. Se ha pasado de una atroz sequía a unas precipitaciones intensas y, sin transición, a unas temperaturas anormalmente altas.

Sale el sol sobre mojado. El ambiente es tropical, idóneo para que la vegetación reviente. La mayor parte de la Península, así como el archipiélago balear y el canario, conserva su tierra humedecida.Según los datos recogidos por el Instituto Nacional de Meteorología, el porcentaje de las precipitaciones acumuladas en el último mes, comparado con los niveles del periodo comprendido entre 1961 y 1990, arroja índices superiores al 100% en observatorios tan dispersos como los de Zamora, Valladolid, Barcelona, Ávila, Guadalajara, Cáceres, Huelva, Sevilla, Córdoba o Málaga, ciudades con fuertes restricciones de agua el año pasado y que, sin embargo, ahora ostentan un índice de precipitación acumulada comparada. del 210%, el más alto de España.

Antonio Labajo, subdirector de Climatología, Investigación y Aplicaciones del Instituto Meteorológico, resalta que se excluyen de esta anormalidad húmeda una franja pegada al litoral cantábrico, desde Navarra al occidente asturiano, y otra más vasta desde el bajo Ebro, que atraviesa el sur de Aragón y se prolonga hasta Almería en paralelo al litoral mediterráneo.

Por otra parte, toda la Comunidad Valenciana, Albacete, Murcía yAlmería registran parámetros normales de sequía, los propios de esta zona peninsular.

En estas condiciones, la irrupción súbita de las temperaturas por encima de los niveles habituales de esta época ha disparado la actividad de la vegetación. El pasado 31 de mayo el termómetro. subió en San Sebastián hasta los 37 grados centígrados, el récord de ese mes; Sevilla alcanzó los 41, igualando la plusmarca del siglo, que data del 30 de mayo de 1906-, Toledo llegó a los 34; Córdoba, a los 36, y Santander, a los 33.

Los satélites NOAA, que barren el país para detectar su actividad fotosintética, arrojan datos contundentes y atípicos, según explica Labajo: en torno al 35% y el 45% cuando en las áreas tropicales se ronda el 70%. Estos índices no son normales. A estas alturas del año, España se mueve habitualmente entre el 10% y el 20%, matiza.

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El seguimiento de esta actividad es decisivo para evaluar el riesgo de que se produzcan incendios. Este año va a haber más combustible que nunca. Al estar vivo, tarda endesecarse, en prenderse. Pero, a la larga, las reservas de humedad se evaporan y ello supone que termine convirtiéndose en la mejor mecha.

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