Canal+ muestra el singular proyecto educativo de El Pelouro

Setenta alumnos y diez profesores llevan a cabo en la pequeña localidad pontevedresa de Caldelas de Tuy un singular proyecto educativo. El Peluoro es la única escuela española donde conviven niños autistas, psicópatas y con síntomas de Down, con otros considerados normales o superdotados. Las cámaras de Canal + han entrado en este innovador centro pedagógico para mostrar la vida cotidiana de escolares y educadores.El reportaje Todos iguales, todos diferentes, que se emite hoy (14.35) en Abierto en canal, ofrece también testimonios de Teresa Ubeira y Juan Rodríguez Llauder, pedag...

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Setenta alumnos y diez profesores llevan a cabo en la pequeña localidad pontevedresa de Caldelas de Tuy un singular proyecto educativo. El Peluoro es la única escuela española donde conviven niños autistas, psicópatas y con síntomas de Down, con otros considerados normales o superdotados. Las cámaras de Canal + han entrado en este innovador centro pedagógico para mostrar la vida cotidiana de escolares y educadores.El reportaje Todos iguales, todos diferentes, que se emite hoy (14.35) en Abierto en canal, ofrece también testimonios de Teresa Ubeira y Juan Rodríguez Llauder, pedagoga y psiquiatra infantil respectivamente. Ellos pusieron en pie El Peluoro hace 23 años, una escuela privada y gratuita donde los niños pudiesen expresar sus miedos, aunque oficialmente se trata de, un "centro de innovación psicopedagógica e integración".

En el Peluoro los niños reciben una educación integral Las clases sobre la generación de la energía eléctrica, las alianzas políticas durante la segunda guerra mundial y la leyes de Mendel se combinan con lecciones sobre la lamprea en las que se examina el preciado pez desde un punto de vista histórico, anatómico o gastronómico. La teoría y la práctica se dan la mano y los alumnos cultivan hortalizas, envasan el vino o cocinan la filloa.

Ni las clases ni las aulas son convencionales. Más que un colegio, el Peluoro es una academia humanista. Los escolares se enseñan unos a otros. Medio centenar de niños normales conviven con otra veintena afectados por distintos grados de trastornos mentales. Son educados a todos por igual y los niños sin deficiencias psíquicas permanecen en el centro hasta octavo de EGB.

"El Peluoro es una institución en estallido, siempre rompiéndose y abriendo huecos en nuevas direcciones", dice Óscar, un alumno con una deficiencia psíquica leve que llegó a esta pequeña escuela pontevedresa a los 12 años sin saber leer o escribir y ahora se prepara para ser cocinero. "Al igual que el Barça es más que un club, el Peluoro es más que un colegio", añade.

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