Tribuna:

Escaseces

Mientras, vestido de polaco, recorría Madrid hasta conseguir ver al Rey, percibí el pánico de las Fuerzas del Trabajo y de la Cultura ante la política de escasez social y cultural del PP si llegaba al poder. Socialmente se temía que el entorno de Aznar, poblado de thatcherianos y portillistas (aún peores), no sólo pretendería rebajar las prestaciones sociales, sino incluso penar la insolidaria tozudez biológica a los pensionistas. En lo cultural, se conocían las aficiones chirimbólicas de Álvarez del Manzano y las del señor Trillo por Camino, y entre el chirimbolo y el posintegrismo con...

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Mientras, vestido de polaco, recorría Madrid hasta conseguir ver al Rey, percibí el pánico de las Fuerzas del Trabajo y de la Cultura ante la política de escasez social y cultural del PP si llegaba al poder. Socialmente se temía que el entorno de Aznar, poblado de thatcherianos y portillistas (aún peores), no sólo pretendería rebajar las prestaciones sociales, sino incluso penar la insolidaria tozudez biológica a los pensionistas. En lo cultural, se conocían las aficiones chirimbólicas de Álvarez del Manzano y las del señor Trillo por Camino, y entre el chirimbolo y el posintegrismo con despensa y llave en el ropero poco espacio quedaba para la esperanza no teologal. Claro que Ruiz Gallardón, el hombre 10 de la Nueva Derecha, ha demostrado pluralidad cultural, pero no todo el PP es orégano y se temía que, caído en desgracia, viviera una corta travesía entre el gobierno de Madrid DF y Siberia. Es un decir.Peor que el más de lo mismo era la sospecha de que la austeridad se interpretara como la exaltación del sálvese quien pueda, y en nombre de la dictadura del dirigismo del mercado se mutilara la memoria y se capara aún mas la conciencia crítica, como si el Ecclesiastés o Camino recomendaran un tiempo para lo poco y otro tiempo para la nada. Pero tranquilícense las Fuerzas del Trabajo y de la Cultura. Según leo en los currículos de ministrables, los dedicados a las Ciencias Exactas de la Lucha de Clases no son dogmáticamente thatcherianos, incluso son menos popperianos que Popper y que Vargas Llosa. Y para Cultura no se habla ya de los temidos reivindicadores del Todo por la Patria y sí en cambio de una señora que de apellidarse sólo Aguirre ha ascendido a Aguirre Gil de Biedina. Precisamente sobre la escasez escribió Gil de Biedina, el otro: "Pero después de todo no sabemos / si las cosas no son mejor así / escasas a propósito".

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