Difícil despedida
Por cosas de la vida, tuve que devolver un aparato de teléfono que no usamos.Lllamé a las informaciones, me dijeron que el 004 iba a resolver la gestión. Me contestó un contestador.
A continuación me fui a la oficina que había en la calle Pensamiento, lugar recomendado por la guía. Me encontré con un gimnasio.
Me acordé que en la calle Dulcinea había una oficina antes. Allí, dos señores, muy amables, me dijeron que tenía que ir a la plaza Pablo Picasso, s/n. Eso hice después de preguntar a tres personas para hallar el sitio.
Con una paciencia infinita, me acerque al mostra...
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Por cosas de la vida, tuve que devolver un aparato de teléfono que no usamos.Lllamé a las informaciones, me dijeron que el 004 iba a resolver la gestión. Me contestó un contestador.
A continuación me fui a la oficina que había en la calle Pensamiento, lugar recomendado por la guía. Me encontré con un gimnasio.
Me acordé que en la calle Dulcinea había una oficina antes. Allí, dos señores, muy amables, me dijeron que tenía que ir a la plaza Pablo Picasso, s/n. Eso hice después de preguntar a tres personas para hallar el sitio.
Con una paciencia infinita, me acerque al mostrador. Cuál fue mi asombro cuando la señorita me dijo que:
1. Tiene que venir en persona el titular o a falta, traer su DNI.
2. Hay que escribir una carta para explicar el caso.
De común acuerdo, decidimos por fin, que la mejor forma era mandar todo por correo.
Reconozco que es duro y amargo desprenderse de un objeto tan querido como un teléfono.-