Réplica

En EL PAÍS del 11 de abril ha salido publicada una entrevista al señor Nacho Duato a la que quiero dar réplica por alusión directa e indirecta. Es de dominio público la trayectoria económica de la compañía que dirijo; siempre se ha considerado ejemplar, porque en todo momento ha rentabilizado el dinero recibido de la Administración, trabajando sin descanso y aumentando de forma considerable el número de actuaciones. En ocho años se han realizado 34 producciones (Jan Linkens, Hans van Mannen, Rudi van Dantzig, Nils Criste, todos ellos escuela holandesa, desde 1988 ya se conocían en España los c...

En EL PAÍS del 11 de abril ha salido publicada una entrevista al señor Nacho Duato a la que quiero dar réplica por alusión directa e indirecta. Es de dominio público la trayectoria económica de la compañía que dirijo; siempre se ha considerado ejemplar, porque en todo momento ha rentabilizado el dinero recibido de la Administración, trabajando sin descanso y aumentando de forma considerable el número de actuaciones. En ocho años se han realizado 34 producciones (Jan Linkens, Hans van Mannen, Rudi van Dantzig, Nils Criste, todos ellos escuela holandesa, desde 1988 ya se conocían en España los coreógrafos de los Países Bajos). De éstas, 17 son producciones propias. Si dividimos 34 coreografías entre ocho años, sale una media de cuatro producciones al año. El amor brujo y Giselle han sido nombradas por la prensa "mejores espectáculos de danza 1994 y 1995"; respecto a esta última, me gustaría saber de dónde ha sacado el señor Duato esas cifras en absoluto cerca de las verdaderas, como puede comprobarse haciendo un cálculo lógico.Fui el fundador y director durante cuatro años del primer Ballet Clásico Nacional, sé perfectamente lo que esto supone, aunque mi etapa fue la de las vacas flacas; cuando llegué a este país, antes que compañía quise tener escuela, pero políticamente no era factible; a mi cese inauguré la escuela, hace 13 años; ésta sigue surtiendo a la compañía de bailarines: tengo asegurado un buen cuerpo de baile, no me considero descubridor de nada, pero sí pionero.

Como compañía de la Comunidad de Madrid recibiré en su momento una mayor concertación económica; desde luego, ni la cuarta parte del dinero del que dispone la Compañía Nacional de Danza. Creo que cada uno tiene su lugar en el reducido mundo de la danza en nuestro país; yo sigo un camino trazado día a día, pensado y planificado, al que voy buscando continuidad. Mis bailarines son "buenísimos y españoles", pagan sus impuestos, sus alquileres y ocupan un lugar en su país que les corresponde por propio derecho.-