El Constitucional aplica la libertad a un preso incurable, aun sin riesgo de morir

El Tribunal Constitucional ha amparado al preso Vicente Lapiedra, recluido en la cárcel de Picassent (Valencia) y aquejado por una afección cardiaca grave e incurable. El alto tribunal anula la resolución de la Audiencia de Valencia, que bloqueó su libertad condicional, e interpreta que el acceso a ella no debe limitarse a los enfermos en peligro de muerte.Lapiedra solicitó que se le aplicara el artículo 60 del reglamento penitenciario, dada la enfermedad coronaría grave e incurable que padece. El juez de Vigilancia Penitenciaria le concedió el tercer grado -paso previo para la libertad condic...

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El Tribunal Constitucional ha amparado al preso Vicente Lapiedra, recluido en la cárcel de Picassent (Valencia) y aquejado por una afección cardiaca grave e incurable. El alto tribunal anula la resolución de la Audiencia de Valencia, que bloqueó su libertad condicional, e interpreta que el acceso a ella no debe limitarse a los enfermos en peligro de muerte.Lapiedra solicitó que se le aplicara el artículo 60 del reglamento penitenciario, dada la enfermedad coronaría grave e incurable que padece. El juez de Vigilancia Penitenciaria le concedió el tercer grado -paso previo para la libertad condicional-, pero la Audiencia de Valencia se lo denegó, por entender que la estancia en prisión no ponía en peligro la vida del recluso.

La sentencia de la Sala Segunda del Tribunal Constitucional. razona que el precepto reglamentario puede aplicarse siempre que se trate de "una enfermedad grave e incurable, en cuya evolución incida desfavorablemente la estancia en la cárcel con empeoramiento de la salud del paciente, acortando así la duración de su vida, aun cuando no exista riesgo inminente de su pérdida".

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