Jugadores de despacho

Chechu Biriukov deja el baloncesto para convertirse en representante de actores

Chechu Biriukov cada vez está más convencido. No volverá a jugar a baloncesto. Su retirada, aunque ya está totalmente recuperado de su maltrecha rodilla, es definitiva. Han tenido que pasar nueve meses, desde que el Real Madrid le ofreció un partido homenaje, para terminar de decidirse. En este periodo de tiempo ha encontrado un trabajo que le gusta y ha sufrido una nueva desilusión deportiva. Ahora se ha convertido en un jugador de despacho. En esa zona también se mueve bien.Chechu es representante de artistas. Su empresa se llama ISAC y trabaja paralelamente con Globo Media, una de las produ...

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Chechu Biriukov cada vez está más convencido. No volverá a jugar a baloncesto. Su retirada, aunque ya está totalmente recuperado de su maltrecha rodilla, es definitiva. Han tenido que pasar nueve meses, desde que el Real Madrid le ofreció un partido homenaje, para terminar de decidirse. En este periodo de tiempo ha encontrado un trabajo que le gusta y ha sufrido una nueva desilusión deportiva. Ahora se ha convertido en un jugador de despacho. En esa zona también se mueve bien.Chechu es representante de artistas. Su empresa se llama ISAC y trabaja paralelamente con Globo Media, una de las productoras más importantes de programas de televisión. Él se ocupa de muchos de los actores y presentadores de los espacios que fabrica esta productora. Su amistad con José María Lisarre, consejero delegado de Globo Media, con Emilio Aragón y Daniel Écija, actual director de la serie Médico de familia, le llevó a meterse de cabeza en este mundillo.

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"Siempre me gustó el cine y la televisión. Quizá por eso pensaron en mí. Yo además desde hace muchos años me he movido con agentes por eso sabía los problemas que podían surgir y cómo solucionarlos". Chechu ocupa ahora un despacho de ejecutivo, aunque él dice que "sólo es una mesa para trabajar". Por esa mesa pasan los asuntos de Chapis y Belinda, el dúo de ¡Qué me dices!; de Ana García Lozano, la presentadora del Programa de Ana; y de Juani, la empleada del hogar de Médico de familia; de Alicia, la hija mayor de la serie; y de El chapuzas, otro de los artistas del programa.

"Les llevamos sus asuntos. Los contratos, los temas fiscales y esas cosas", dice Chechu, "también vamos a trabajar con deportistas. Hemos hecho algunas gestiones que están muy adelantadas para ocuparnos de la imagen de algunos de ellos".

El baloncesto es para Biriukov ahora sólo una afición. Se reúne alguna que otra vez en el Pabellón de la Ciudad Deportiva del Real Madrid con otros compañeros de su ex equipo también retirados para echar un dos contra dos o incluso un cinco contra cinco, si hay jugadores suficientes. Romay, Iturriaga, Prada, Vicente Ramos, Juan Corbalán e Indio Díaz son algunas de las estrellas de esos partidos oficiosos.Frente al televisor

"No echo en falta el baloncesto. Tengo lo bueno y es que puedo seguir jugando sin presión, y he dejado a un lado lo malo: los viajes, los entrenamientos y las concentraciones. Ahora sé lo que es estar en casa un fin de semana. Hacer planes con mi mujer".

Eso sí, Chechu reconoce que sufre ante el televisor. "Me pongo nervioso cuando veo algunos partidos y pienso que se están equivocando en alguna jugada y digo, habría que hacerlo de otra manera". Aún recuerda lo que sufrió hace sólo unos días en el partido que el Madrid jugó contra el Panathinaikos y que le dio el pase a la Final four de París.

Hace menos de un mes tuvo la oportunidad de volver. No en un equipo de la Liga ACB, sino de la EBA. Pero finalmente dijo que no. "Vino un señor a través de Fernando Romay a verme. Me habló de jugar cinco partidos con un equipo de Las Palmas. Tendría que ir los fines de semana. Les dije que me lo iba a pensar. Antes de marcharse el señor que habló conmigo me pidió que me hiciera una foto con la camiseta del equipo para su hijo que, según me contó, era un fan mío. Le dije que sí. Al día siguiente en toda la prensa salió que había firmado y la foto circuló como real. Ante esta farsa no acepté".

Chechu Biriukov no sufre el síndrome del deportista retirado que pasa de la fama al olvido y se siente un jubilado anticipado. "He iniciado un nuevo camino. He enconun sitio en la sociedad. Todavía tengo muchas cosas que hacer".

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