La mezcla no resulta

Una velocidad más. El Athletic jugó una velocidad por encima del Barça. La desesperación le aprieta y por eso hizo de cada metro una batalla. El juego del Baro;a, más académico y pausado, se encontró con dos obstáculos: el barro y la dureza del rival, que pareció seleccionar dos objetivos en Iván de la Peña y Figo.Espera y tránsito. Esperando en su medio campo y transitando con rapidez el del Barcelona, el Athletic llegó bien a sus puntas, en especial durante la primera media hora. Falló en la maniobra final, pero produjo llegadas suficientes como para adelantarse en el marcador. ...

Una velocidad más. El Athletic jugó una velocidad por encima del Barça. La desesperación le aprieta y por eso hizo de cada metro una batalla. El juego del Baro;a, más académico y pausado, se encontró con dos obstáculos: el barro y la dureza del rival, que pareció seleccionar dos objetivos en Iván de la Peña y Figo.Espera y tránsito. Esperando en su medio campo y transitando con rapidez el del Barcelona, el Athletic llegó bien a sus puntas, en especial durante la primera media hora. Falló en la maniobra final, pero produjo llegadas suficientes como para adelantarse en el marcador. Bolo. Una aparición interesante. Le falta mucho, y su aire de recluta contribuye a verle como un jugador verde, pero es encarador, tiene tenacidad y sabe buscaipor donde más conviene. Si mejora su relación con el balón, puede ser la pieza que le falta al Athletic.El péndulo. Tic-tac-tic-tac-tic-tac. Guardiola es el péndulo del Barca, el que marca el ritmo. Pero su juego se ve alterado por la proximidad de Popescu, un émbolo que precipita la subida del balón y quita plano al Nen de Santpedor. La mezcla no termina de resultar.Figo. Buscó por las dos bandas: por la izquierda en la primera parte y por la derecha en la segunda. Pero sólo halló rivales en superioridad numérica y mucha dureza. El equipo no le apoyó lo necesario, pero él estuvo a las duras.