Tribuna:FUTBOL: 2ª DIVISIÓN

Y Morales... erre que erre

Dicen las crónicas que llegaron los jugadores del Mallorca a Toledo con cierto gesto de hastío, hartos, en fin, de las cosas de su presidente. Habían visto y oído a Bartolomé Beltrán despacharse a gusto. Dijo el doctor que bastante estaba haciendo con un club que atrapó en sus manos cuando iba en picado a Segunda B. Vamos, que si no es por él, el Mallorca descansaría en el cementerio.La respuesta de los jugadores a Beltrán, quien también puso a caldo a sus críticos, fue sonora y tuvo aspecto de bofetada: 0-4. Ocurre que al fútbol le siguen haciendo grande sus profesionales. Y al Mallorc...

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Dicen las crónicas que llegaron los jugadores del Mallorca a Toledo con cierto gesto de hastío, hartos, en fin, de las cosas de su presidente. Habían visto y oído a Bartolomé Beltrán despacharse a gusto. Dijo el doctor que bastante estaba haciendo con un club que atrapó en sus manos cuando iba en picado a Segunda B. Vamos, que si no es por él, el Mallorca descansaría en el cementerio.La respuesta de los jugadores a Beltrán, quien también puso a caldo a sus críticos, fue sonora y tuvo aspecto de bofetada: 0-4. Ocurre que al fútbol le siguen haciendo grande sus profesionales. Y al Mallorca le sobran. Ahí está para demostrarlo Morales, a quien los estomagantes juicios del doctor le resbalan. Se la traen al fresco.

Morales hizo en Toledo lo que le vino en gana. Dejó una tarjeta de visita memorable: dos goles, una asistencia y el desquicie general de cuanto rival le salió al paso. En definitiva, que se pegó un soberano paseo por Toledo, donde el ruido de sables es ensordecedor. Y es a Gonzalo Hurtado, el técnico. toledano, a quien más le pitan los oídos. Pero no al único. Porque algunos jugadores comienzan a ser acusados de apatía, desidia y adjetivos de similar ralea, entre los que no faltan domésticas referencias a hacer la cama.Mientras, en Marbella, se disputó uno de esos encuentros donde todo está vendido. Se enfrentaban el líder y el colista, el Hércules y el Marbella. El uno luce que da gusto; al otro se le apagó la luz hace un siglo. No hubo lugar para la sorpresa. Alfaro rompió el empate y le dio un abrazo a la lógica, esa que dice que entre ambos conjuntos hay un desierto del tamaño de 34 puntos.

El partidazo del día se disputó en Logroño. El Extremadura presentó sus credenciales de aspirante con mayúsculas. Pero el Logroñés, otro que tal baila, pudo más. Lo cierto es que los riojanos juegan con ventaja, una ventaja llamada Manel.

Tampoco cede el Badajoz, que se impuso en Almería merced a un gol del peruano Zegarra, quien ha creado una sociedad de lujo con el paraguayo Carlos Torres. Entre ambos han conseguido más de la mitad de los goles del equipo. Menudo ojeador el del Badajoz. Pero de goles no anduvo sobrada la jornada. Quince se consiguieron, con diez equipos manteniendo un triste ayuno. En ese terreno la cosa fue de chirigota. .Sobre todo en Leganés, donde nadie vio red. Y no sería por el árbitro, que dejó que su reloj llegara a los 103 minutos. Pero nada, ni así.

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