El coche del juez García Castellón no fue saboteado, según la policía

El coche de Manuel García Castellón, magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, que se ocupa del caso Banesto, no fue saboteado con intención de perpetrar un atentado terrorista. Esta es la conclusión a la que ha llegado la Dirección General de la Policía tras efectuar una investigación respecto a las tres averías que sufrió en octubre pasado. En el informe de la policía se recoge la opinión del propio magistrado en el sentido de que no hubo sabotaje.El informe policial, remitido por la secretaria de Estado de Interior, Margarita Robles, fue estudia...

El coche de Manuel García Castellón, magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, que se ocupa del caso Banesto, no fue saboteado con intención de perpetrar un atentado terrorista. Esta es la conclusión a la que ha llegado la Dirección General de la Policía tras efectuar una investigación respecto a las tres averías que sufrió en octubre pasado. En el informe de la policía se recoge la opinión del propio magistrado en el sentido de que no hubo sabotaje.El informe policial, remitido por la secretaria de Estado de Interior, Margarita Robles, fue estudiado ayer por la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que, a instancias del vocal Javier Gómez de Liaño pidió en su día a la Secretaría de Estado de Interior que se indagara sobre el asunto. Según la Unidad Antiterrorista de Madrid, las averías, tres en poco más de dos semanas -el 2, el 13 y el 18 de octubre pasados-, se debieron a la "mala instalación" de la telefonía en el vehículo, un Peugeot modelo 605 SV-24. Como consecuencia de las noticias aparecidas en la prensa sobre un posible intento de atentado, se procedió a realizar una revisión exhaustiva y se encontró el coche "en perfecto estado de funcionamiento".

Además, la policía precisa que el coche siempre está vigilado por los funcionarios destinados a la escolta de García Castellón o en dependencias oficiales, durante el día en la Audiencia Nacional y por la noche en el Centro de Formación de la Policía, en la avenida de Pío XII de Madrid.