Del Eurocompos a un Zamorano europeo

, Los dirigentes del fútbol español todavia no se han recuperado del efecto que les causó la sentencia del caso Bosman. Según pasan los días, aparecen nuevos resquicios legales y nuevas repercusiones. Cuarenta y ocho horas después crece la sensación de que la apertura del mercado no sólo beneficia a los grandes y abre muchas posibilidades a los dirigentes más vivos. Desde luego, sí es muy positiva para los buenos jugadores.El Eurocompos no sale caro. El Compostela es uno de los equipos de moda en la Liga española. Por primera vez en su historia llega cerca del final de la primera vuelta...

, Los dirigentes del fútbol español todavia no se han recuperado del efecto que les causó la sentencia del caso Bosman. Según pasan los días, aparecen nuevos resquicios legales y nuevas repercusiones. Cuarenta y ocho horas después crece la sensación de que la apertura del mercado no sólo beneficia a los grandes y abre muchas posibilidades a los dirigentes más vivos. Desde luego, sí es muy positiva para los buenos jugadores.El Eurocompos no sale caro. El Compostela es uno de los equipos de moda en la Liga española. Por primera vez en su historia llega cerca del final de la primera vuelta colocado en posiciones altas de la tabla, que le permite aspirar a disputar uno de los puestos que da acceso a la Copa de la UEFA. Casualmente, el Compostela es el único club español que dispone en sus filas de dos jugadores comunitarios. Con una inversión no demasiado alta podría confeccionar un equipo europeo muy competitivo a efectos de la Liga española. El Compostela, un modesto, podría formar el próximo año con la siguiente alineación: Falagán; Petrescu (Rumanía), Fernando Couto (Portugués), Djukic (Serbio), Nacho; José Ramón, Fabiano (Brasileño nacionalizado), Passi (Francés), Pedros (Francés); Ohen (Nigeriano) y Christensen (Danés). Es decir, sus tres mejores nacionales y un buen racimo de europeos.

Y si Zamorano se nacionaliza. España tiene tratados de doble nacionalidad con los países suramericanos. Si Zamorano se nacionaliza -según el Código Civil sería suficiente con acreditar dos años de residencia-, pasará a disfrutar del estatus comunitario y, por tanto, no valdrá la distinción que obra en España entre seleccionables y no seleccionables. Siendo español y chileno, Zamorano, aun siendo no seleccionable -porque ha jugado con la selección chilena- deja de ocupar plaza de extranjero. Se trata de una cuestión de capital importancia para quien acaba contrato con el Real Madrid el próximo 30 de junio. Zamorano pide 1.000 millones para los cuatro próximos años, una cantidad que el Madrid considera desorbitada. Hoy en día y con la sentencia del caso Bosman en manos de sus abogados, sus pretensiones económicas pueden no ser tan exageradas como piensa el Real Madrid.

Cae el mercado suramericano. Sale bastante perjudicado porque, en cualquier operación, la parte fundamental del costo se lo lleva el traspaso.Y los traspasos seguirán en vigor. Los intermediarios reconocen que van a comenzar a rastrear el mercado comunitario. Un delantero belga puede ser contratado gratis; un delantero argentino no. España puede convertirse en puente europeo para jugadores nacionalizados.

De equipos filiales a clubes satélites. Josep Lluís Núñez acaba de reflexionar sobre el tema con toda su crudeza: puede ser más barato establecer acuerdos con equipos satélites (léase Lleida o Girona) que mantener una cantera propiamente dicha. Es algo que ya ha hecho últimamente el Barça con su política de ceder jugadores. La mayoría de los modestos prefieren tirar de la cantera de los grandes que de las suyas. Un ejemplo: Entre Betis y Sevilla alinearon el sábado dos sevillanos y el Betis tiene varios cedidos del Barsa. En mercados no demasiado profesionalizados y de calidad, caso de Dinamarca actualmente, es factible y barato fichar jugadores jóvenes y ponerlos a prueba en clubes satélites.

¿Qué sucede con Raúl e lván de la Peña? Raúl se quejó de la sentencia del caso Bosman. Iván de la Peña guardó silencio. Para jugadores jóvenes que ya son estrellas y tienen un caché internacional -el "Raúl Madrid" titulaba la prensa italiana hace unas semanas-, las nuevas normas le son muy beneficiosas. Raúl gana 40 millones de pesetas al año, pero tiene una cláusula de rescisión elevada, 1.000 millones. Iván de la Peña gana una cantidad parecida pero su cláusula es inferior (600 millones). Ambos interesaban en el mercado italiano, a pesar de ser extranjeros. Pero, a partir del viernes, son "italianos". 600 millones de pesetas por una estrella no es una cifra demasiado elevada para los grandes clubes del calcio.

Baja el salario medio. Un club español se veía obligado a pagar 50 millones por un jugador de tipo medio, dado como está el mercado nacional. Por 50 millones al año hay decenas de buenos jugadores disponibles en varios países de la Europa comunitaria. Los intermediarios lo saben. Como saben que, a partir de ahora, su catálogo es mucho más grueso.