FÚTBOL DECIMOSÉPTIMA JORNADA DE LIGA

Un Espanyol con cara de campeón

El conjunto de Camacho doblega al Oviedo en un buen partido

El Espanyol, que se examina a sí mismo cada jornada escrutando su propio techo, tiene cara de aspirante al título. Pocos creen en el equipo de Camacho como serio candidato, pero la Liga avanza hacia su ecuador y el Espanyol mira por encima del hombro a los gallitos. No parece, además, el fruto efímero de un buen estado de forma.En Oviedo, el Espanyol fue uno de esos equipos que sobre salen de entre el pelotón de medianías por carácter y actitud en elcampo. Hemos visto a muchos equipos de medio pelo en racha de aciertos jugar fuera de su campo atrincherados en su área, pateando el balón con sañ...

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El Espanyol, que se examina a sí mismo cada jornada escrutando su propio techo, tiene cara de aspirante al título. Pocos creen en el equipo de Camacho como serio candidato, pero la Liga avanza hacia su ecuador y el Espanyol mira por encima del hombro a los gallitos. No parece, además, el fruto efímero de un buen estado de forma.En Oviedo, el Espanyol fue uno de esos equipos que sobre salen de entre el pelotón de medianías por carácter y actitud en elcampo. Hemos visto a muchos equipos de medio pelo en racha de aciertos jugar fuera de su campo atrincherados en su área, pateando el balón con saña y rentabilizando con astucia sus esporádicas llega das ante la portería rival. Este Espanyol, con un entrenador de verbo poco académico, a quien alguien colocó hace tiempo la etiqueta de inquilino del búnker, tiene un aspecto de lo más saludable. Se defiende con solvencia, recupera balones con facilidad, sus jugadores son un ejemplo de colocación táctica y cuando llegan arriba lo hacen cinco o seis. Benítez yArteaga estuvieron ayer magníficos en esas facetas.

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Al Oviedo le asistió la suerte que antes le había faltado cuando niveló el marcador, en el tiempo añadido de la primera parte y gracias a un rebote.

En la reanudación, el público menos apasionado pudo disfrutar de un toma y daca espléndido, sin concesiones. Ambos equipos se entregaron en busca de la victoria. El Oviedo le fue ganando metros a su rival y dominaba la situación cuando el Espanyol se quedó con diez jugadores, por expulsión de Torres Mestre.

Camacho reaccionó con presteza refrescando líneas con los cambios y el Espanyol mantuvo entonces la misma actitud. Sus subidas al ataque disminuyeron en número, pero no en convicción. Incluso fueron mas peligrosas que antes. Y así vino el gol, que pudieron ser dos.

El Oviedo, que atravesaba una buena racha de resultados y cuya afición vivía eufórica las horas previas al partido por la satisfactoria solución al caso del ruso Viktor Onopko, se estrelló contra un equipo impecable en todas las facetas del juego. Se acerca el descanso navideño de la Liga y el equipo de Camacho empieza a aparecer en el panorama general de la Liga como algo muy serio. Tiene cara de campeón.

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