El jefe del Ejecutivo sugiere que pensará en presentarse si eso da más votos al partido

ENVIADO ESPECIAL Felipe Goñzález no acabó ayer de deshojar la margarita aclarando si se va o no a presentar en marzo como cabeza de lista del PSOE a las legislativas. Sin embargo, dio a entender que si sé demuestra que su ausencia del cartel electoral merma el voto socialista, se lo pensará un poco más y acaso llegue a la conclusión de que en vez de ser un problema para su partido podría ser la solución.

El presidente del Gobierno visitó ayer la capital danesa, ante la penúltima etapa de su gira por las capitales de la Unión Europea (UE), para preparar la cumbre del 15 y 16 de diciemb...

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ENVIADO ESPECIAL Felipe Goñzález no acabó ayer de deshojar la margarita aclarando si se va o no a presentar en marzo como cabeza de lista del PSOE a las legislativas. Sin embargo, dio a entender que si sé demuestra que su ausencia del cartel electoral merma el voto socialista, se lo pensará un poco más y acaso llegue a la conclusión de que en vez de ser un problema para su partido podría ser la solución.

El presidente del Gobierno visitó ayer la capital danesa, ante la penúltima etapa de su gira por las capitales de la Unión Europea (UE), para preparar la cumbre del 15 y 16 de diciembre en Madrid con la que concluirá, prácticamente, la presidencia comunitaria española. Hoy acabará su periplo en Helsinki y Estocolmo. González se entrevistó y cenó con su homólogo danés, el socialdemócrata, Poul Nyrup Rasmussen, en Lyngby, a unos 20 kilómetros de la ciudad, en la residencia de verano del primer ministro.

La casa es pequeña y parte del séquito presidencial español tuvo que esperar en las cocinas mientras que la prensa lo hizo a la intemperie a pesar de la intensa nevada que caía. "Lo siento, en las cocinas no cabe todo el mundo explicó el jefe de protocolo danés. .

"Me lo pone usted difícil", contestó González a una pregunta sobre los sufragios que, presumiblemente, perdería el PSOE si no encabezara la lista electoral. Es, añadió, "una observación que hay que analizar con detenimiento, no quiero avanzar ninguna otra posición".

"Ayer [el miércoles]" recordó, "hice parte en broma, parte en serio, algunas apreciaciones pero no voy a pasar de ellas". Se refería al comentario que hizo en el Congreso cuando explicó que acaso había dejado de ser "la solución" para su partido para convertirse en el "problema".

El presidente fue más locuaz cuando abordó la agenda de la cumbre europea que está, aparentemente, orgulloso de haber preparado con una antelación inusual para que "pueda ir madurando".

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El tema clave de la cumbre madrileña son las modalidades de introducción de la moneda única, en la que González confía aún que pueda estar España junto con pelotón de cabeza de la Unión hacemos el esfuerzo necesario". Para ponerla en marcha, quedan por lo menos dos problemas por resolver además del nombre, sobre el que, probablemente, se logrará un consenso para llamarla euro.

El primero, señaló, es "el estatuto legal de la moneda única entre 1999" el año de su introducción, "y el 2.002" el año de su generalización.

Alemania desea que hasta última fecha el marco siga siendo la moneda de referencia mientras Francia pretende que la moneda nacional y la común estén en pie de igualdad jurídica a partir de 1999. El segundo escollo que perdura es, según González, el momento en el que se hará la elección de los países susceptibles de acceder a la moneda única, que Bonn sitúa en la primavera de 1998 pero que París intenta adelantar.

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