Congreso pone a Barrionuevo en manos del Supremo con 122 votos en contra

José Barrionuevo, el primer ministro del Interior del periodo socialista (entre 1982 y 1988), perdió ayer su inmunidad parlamentaria. Antes de ocho días, el presidente del Congreso, Félix Pons, trasladará al Tribunal Supremo la decisión adoptada ayer, en votación secreta y con papeleta, por los diputados. Más de un tercio de los 336 presentes en el hemiciclo votaron en contra (122) y 204 parlamentarios se mostraron a favor de que Barrionuevo comparezca ante el juez instructor Eduardo Móner como imputado en el caso GAL, y hubo 10 abstenciones. La oposición utilizó el resultado de la votación pa...

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José Barrionuevo, el primer ministro del Interior del periodo socialista (entre 1982 y 1988), perdió ayer su inmunidad parlamentaria. Antes de ocho días, el presidente del Congreso, Félix Pons, trasladará al Tribunal Supremo la decisión adoptada ayer, en votación secreta y con papeleta, por los diputados. Más de un tercio de los 336 presentes en el hemiciclo votaron en contra (122) y 204 parlamentarios se mostraron a favor de que Barrionuevo comparezca ante el juez instructor Eduardo Móner como imputado en el caso GAL, y hubo 10 abstenciones. La oposición utilizó el resultado de la votación para arremeter contra el PSOE.

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Francisco Álvarez Cascos, número dos del PP, aseguró que los 122 votos en contra -que él encuadra exclusivamente en las filas socialistas- demuestran que las responsabilidades que se le atribuyen a Barrionuevo "son reconocidas como colectivas del PSOE y del Gobierno". Para el líder popular, José María Aznar, ayer se produjo "una fractura" en el PSOE. Otros diputados, en cambio, interpretan que también hubo votos negativos de miembros de CiU y del PP.El magistrado podrá actuar contra el ex ministro por detención ilegal (secuestro de Segundo Marey), malversación de caudales, delito relacionado con banda armada y "cualquier otro que pudiera aparecer en el curso del procedimiento".

El coordinador de Izquierda Unida, Julio Anguita, criticó a los defensores del no porque "han valorado más el corporativismo" que "la dignidad y el futuro del Parlamento". Iñaki Anasagasti (PNV) sostuvo que el respaldo al ex ministro es comprensible "desde el punto de vista humano, pero no desde el punto de vista político ni desde el punto de vista de un partido ético". Joaquín Molins (CiU) subrayó que los 122 votos negativos respondían a la conciencia de otros tantos diputados.

Páginas 17 y 18

Editorial en la página 14

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