El Ayuntamiento, de Lisboa anuló a Decaux un contrato de 'chirimbolos'

El Ayuntamiento de Lisboa anuló en 1990, a instancias del Tribunal de Cuentas portugués, tres contratos suscritos en 1989 con la compañía JC Decaux (empresa matriz de Cemumasa, la adjudicataria de los chirimbolos madrileños) por irregularidades en la concesión, según informó ayer la concejal socialista Ruth Porta.En la decisión del tribunal (órgano fiscalizador de los contratos de las administraciones públicas) se recoge que en noviembre de 1989, siendo alcalde de Lisboa el democristiano Kruz Abecassis, se prorrogó y amplió el contrato que Decaux había suscrito con la cámara lisboeta en...

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El Ayuntamiento de Lisboa anuló en 1990, a instancias del Tribunal de Cuentas portugués, tres contratos suscritos en 1989 con la compañía JC Decaux (empresa matriz de Cemumasa, la adjudicataria de los chirimbolos madrileños) por irregularidades en la concesión, según informó ayer la concejal socialista Ruth Porta.En la decisión del tribunal (órgano fiscalizador de los contratos de las administraciones públicas) se recoge que en noviembre de 1989, siendo alcalde de Lisboa el democristiano Kruz Abecassis, se prorrogó y amplió el contrato que Decaux había suscrito con la cámara lisboeta en 1980.

Hasta ese momento, en la capital lusa Decaux tenía 350 marquesinas, 362 paneles informativos (llamados mupis) y 110 postes. Con el nuevo contrato (en realidad, dividido en siete) se permitían 912 marquesinas más, 400 mupis, 10 paneles electrónicos gigantes y 50 columnas (chirimbolos), además de sanitarios y más postes. El Tribunal de Cuentas anuló tres contratos: uno de 110 mupis, otro de 280 mupis y un tercero correspondiente a las 50 columnas.

Curiosamente, el Ayunta miento de Lisboa se obligaba a pagar un alquiler anual por ese mobiliario urbano (en total, 27 millones de escudos, unos 21,6 millones de pesetas) a pesar de que Decaux se reservaba la ex plotación publicitaria de una de las dos caras de los mupis y cuatro de las seis de los chirimbolos. En Madrid, el Ayuntamiento percibe unos cinco millones anuales por los 1.600 muebles urbanos instalados, tiene derecho a utilizar determinados espacios para su publicidad institucional y además recibe otras contraprestaciones en especie, como las motocacas.

Adjudicado a dedo

El Tribunal de Cuentas aduce, para recusar los contratos, que los mismos se fraccionaron y adjudicaron a dedo indebidamente. Se dividieron los contratos para poder eludir celebrar un concurso público, ya que la ley portuguesa obliga a licitar de esa forma los que superen los 25 millones de escudos.La decisión del tribunal destaca que los contratos se referían a una misma especie de mobiliario, una sola adjudicataria, y se celebraron en la misma fecha: el 15 de diciembre de 1989, dos días antes de que las elecciones municipales sustituyeran al democristiano Abecassis en la alcaldía por el socialista Jorge Sampaio, actual candidato a la presidencia de la República.

Una vez anulados los contratos de Decaux, el Ayuntamiento de Lisboa convocó un concurso del que resultó adjudicataria Cemusa, compañía española del grupo FCC. Además de instalar gratuitamente 500 postes de señalización, 250 contenedores de pilas y 56 columnas, Cemusa paga actualmente unos 400 millones anuales al consistorio. En Lisboa coexisten ahora los chirimbolos de Decaux y Cemusa.

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