GENTE

CONCIERTO CON 18 TOQUES

El sacristán de la parroquia de Santo Tomás de Arnedo (La Rioja), Deberio Gil Ruiz, ofreció el domingo un insólito concierto, Antología de los toques de campana, con 18 toques distintos que marcaron, a lo largo del presente siglo XX, los acontecimientos religiosos de la ciudad. El concierto lo ofreció en un salón de la Casa de Cultura, abarrotado de público, utilizando como instrumentos de percusión un par de cacerolas invertidas, que reproducían, con sorprendente fidelidad, el sonido de las campanas tradicionales de los templos. Deberio Gil, especialista en esta clase de percusi...

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El sacristán de la parroquia de Santo Tomás de Arnedo (La Rioja), Deberio Gil Ruiz, ofreció el domingo un insólito concierto, Antología de los toques de campana, con 18 toques distintos que marcaron, a lo largo del presente siglo XX, los acontecimientos religiosos de la ciudad. El concierto lo ofreció en un salón de la Casa de Cultura, abarrotado de público, utilizando como instrumentos de percusión un par de cacerolas invertidas, que reproducían, con sorprendente fidelidad, el sonido de las campanas tradicionales de los templos. Deberio Gil, especialista en esta clase de percusión, recordó, entre otras, las llamadas de las campanas del templo -que tantos años hizo sonar como sacristán- "a solemnidad", "a dolor", "a oraciones", "a las ánimas", "a dindilindanga", o "a rogativas". Para este excepcional percusionista, "los diferentes repiques tenían en otros tiempos una gran utilidad, puesto que la gente distinguía los sonidos y sabía exactamente cuál era su significado". "Hoy día las ciudades han sido invadidas por infinidad de ruidos, y los niños, absorbidos por los estudios y la televisión, es difícil que aprendan a tocar las campanas porque no las oyen" concluyó.-

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