COMPETICIONES EUROPEAS: COPA DE LA UEFA

Suker mantiene vivo al Sevilla

Un gol del croata en el minuto 109 del partido elimina al Olympiakos

Suker mantiene al Sevilla en Europa. Un gol de bandera del croata, cuando la eliminatoria estaba perdida, acabó con la agonía sevillista en El Pireo. La ofrenda a San Nectario surtió efecto, y el santo griego se apiadó hasta el final del equipo de Juan Carlos Álvarez. Con el partido perdido y plagado de ocasiones griegas, la única falta que lanzó el Sevilla cerca del área fue suficiente para decantar la eliminatoria. El Olympiakos, que dominó siempre, no tuvo a los dioses de su parte. Dos balones al poste -el segundo, tras el 2-1 y a falta de tres minutos para acabar la prórroga- lo pusier...

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Suker mantiene al Sevilla en Europa. Un gol de bandera del croata, cuando la eliminatoria estaba perdida, acabó con la agonía sevillista en El Pireo. La ofrenda a San Nectario surtió efecto, y el santo griego se apiadó hasta el final del equipo de Juan Carlos Álvarez. Con el partido perdido y plagado de ocasiones griegas, la única falta que lanzó el Sevilla cerca del área fue suficiente para decantar la eliminatoria. El Olympiakos, que dominó siempre, no tuvo a los dioses de su parte. Dos balones al poste -el segundo, tras el 2-1 y a falta de tres minutos para acabar la prórroga- lo pusieron de manifiesto.El Sevilla pasó por muchos apuros. El desconcierto inicial de sus tres centrales y las acciones de Juskoviac hacían impensable el resultado final. Juanito, de libre por delante de Martagón y Diego, vigilantes de Ivic y a Juskoviac, se veían sorprendidos constantemente por las llegadas en pared del 10 del Olympiakos, Karapialis. El poste deshizo el primer disparo de Karapialis a los cinco minutos, y Unzué, el mejor ayer, se empleó,a fondo en otros dos disparos del polaco Juskoviac que llevaban etiqueta de gol. Fueron los peores momentos para el conjunto andaluz, incluida la jugada del minuto 30. El ataque griego se perdió por el costado izquierdo a favor del Sevilla, pero el Olympiakos, más metido en el partido, culminó la jugada con un centro de Ivic que cabeceó Juskoviac a la red. La grada estalló en algarabía, pero el línea mantuvo la bandera en alto, y el húngaro Puhl anuló el gol.

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Pese a mantener el 0-0, el Sevilla vivió siempre al borde del suicidio. El trabajo de Marcos y Pepelu en el centro del campo se rompía por el vértice que formaba Moacir. Arriba, Suker era una isla más de El Pireo, pero sin conexión marítima ni terrestre. Y en defensa, el desconcierto persistió en cada acción en la que intervenía Juskoviac. En la reanudación se mantuvo el mismo espectáculo. Olympiakos amagaba sin culminar ninguna jugada, y el Sevilla se arropaba cada vez más atrás confiado en su suerte.

Los fallos griegos hicieron que el Sevilla mejorará su posición en el campo. Moacir contribuyó a que el balón pasara más tiempo en poder del equipo, y los centrales acabaron por poner orden, salvo en las apariciones, más esporádicas, de Juskoviac. Pero el Olimpiakos no arrojó la toalla.

El inicio de la prórroga comenzó con el segundo mazazo del Olympiakos. Ivic penetró en por el costado derecho del área agarrado por Juanito, y acabó en el suelo. Puhl no dudó en señalar la máxima falta, y Juskoviac en ejercer de verdugo. El 2-0 clasificaba a los griegos, y el Sevilla parecía sin capacidad de reacción para buscar el gol que les devolviera la ventaja. Sin embargo, estar fuera de Europa sirvió de estimulante. El Sevilla se echó arriba en busca del gol y dispuso de sus mejores ocasiones. Randos sacó una volea de Paz dirigida a su escuadra, y Carlos perdió un mano a mano en el último toque. La tercera ocasión fue para Suker: una falta sobre Pepelu a 25 metros de la portería. El croata lanzó implacable.

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