Llegadas masivas

Todos arriba. Magnífica la disposición colectiva del Atlético. Las llegadas al área son masivas. Los dos laterales llegan hasta el fondo y a su centro acuden entre cuatro y seis jugadores. Si el avance es por el centro el efecto es el mismo. El equipo en bloque se embarca en la aventura que propone cualquiera. Hubo ratos en los que faltó el acierto, pero no la disposición.Kiko. Se le echó en falta. Caminero no se mueve tan bien en las estrecheces de la olla como fuera de ellas y al mismo tiempo se echa en falta su aparición fulminante cuando llega desde un poquito más atrás. Kiko...

Todos arriba. Magnífica la disposición colectiva del Atlético. Las llegadas al área son masivas. Los dos laterales llegan hasta el fondo y a su centro acuden entre cuatro y seis jugadores. Si el avance es por el centro el efecto es el mismo. El equipo en bloque se embarca en la aventura que propone cualquiera. Hubo ratos en los que faltó el acierto, pero no la disposición.Kiko. Se le echó en falta. Caminero no se mueve tan bien en las estrecheces de la olla como fuera de ellas y al mismo tiempo se echa en falta su aparición fulminante cuando llega desde un poquito más atrás. Kiko-Penev-con el respaldo próximo de Caminer ,será la combinación más letal de este equipo.

Pantic. Su clase tiene que lucir algo más con el balón en juego. Cuando la jugada pasa por él, todo mejora. En caso contrario, el entusiasmo colectivo se traduce en un poco de precipitación. Con el balón parado es impecable.

Una pena. Atrás, atrás, atrás. Atrás con un gol en contra y también con dos goles en contra. Atrás cuando tuvo 11 y atrás cuando tuvo diez. Lediakhov primero y Bouzas después hicieron algunos intentos por llevarle el balón a Julio Salinas, pero la actitud general del Sporting fue estrictamente negativa.

Autoritarismo mezquino. Malos árbitros estos que gustan de expulsar jugadores por que sí. Anteanoche fue Quique en Sevilla; ayer, Lediakhov. Una fricción menor con Toni y un jugador, particularmente brillante, por cierto, que se va fuera. Alguien ha cruzado todo el viejo continente para sumar sus cualidades al espléndido espectáculo que se pretende sea nuestra Liga. Luego, un mal árbitro y su desconocido linier conspiran para dejamos sin su presencia. Es de psiquiatra. Y de los penaltis mejor no hablar.