GOLF COPA RYDER

El record de Seve

Son las 9.15 horas en el tee de salida de Oak Hill. El recibimiento que los espectadores otorgan a Severiano Ballesteros es casi tan jubiloso como el de Tom Lehman, algo poco frecuente en un país donde el patriotismo se ve en cualquier sitio a todas horas. ¿Qué tiene el español, incluso en momentos más bien tristes como los actuales, para meterse a la gente en el bolsillo?Una de las causas es su palmares, enriquecido con la victoria del viernes, cuando se convirtió en el europeo que más puntos ha proporcionado a su equipo en la historia de la Ryder Cup. Pero eso no basta para hacer vibr...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Son las 9.15 horas en el tee de salida de Oak Hill. El recibimiento que los espectadores otorgan a Severiano Ballesteros es casi tan jubiloso como el de Tom Lehman, algo poco frecuente en un país donde el patriotismo se ve en cualquier sitio a todas horas. ¿Qué tiene el español, incluso en momentos más bien tristes como los actuales, para meterse a la gente en el bolsillo?Una de las causas es su palmares, enriquecido con la victoria del viernes, cuando se convirtió en el europeo que más puntos ha proporcionado a su equipo en la historia de la Ryder Cup. Pero eso no basta para hacer vibrar a 25.000 estadounidenses.

El misterio se despeja unos minutos después. Seve, siempre aclamado con ese nombre sale mal en casi todos los hoyos pero exhibe después una miscelánea, de recursos que sólo un gran talento puede producir. Por ejemplo, emboca desde 20 metros un chip en el hoyo 2 que lleva a los espectadores al delirio, como si se hubieran olvidado de que su adorado Seve es hoy su enemigo. Envalentonado por ese memorable golpe, el cántabro produce otro del mismo cariz en el quinto hoyo cuando clava la pelota en el green tras hacerla volar por encima de cuatro enormes árboles fuera de la calle.

Más información

"Vamos de milagro en milagro", comenta Ángel Pérez Maura, un acérrimo seguidor del golfista español, provisto de la bandera nacional y de una especie de periscopio para no perderse de talle de las evoluciones de su ídolo. "Para ganar en este campo tan duro hay que ser muy regular, justo lo contrario de lo que es Seve ahora. Funciona a golpes de genialidad", añade. Como si le hubiera oído, Ballesteros sigue alternando golpes deprimentes con otros magistrales.

Tras su previsible derrota, las primeras manifestaciones de Ballesteros a EL PAIS fueron elogios hacia su rival: "El juego de Tom ha sido fantástico. No se ha dejado influir por la presión". El español estaba menos triste de lo habitual en similares. circunstancias y enviaba instrucciones a sus compañeros. "¿No tenemos aquÍ ningún radioteléfono? Hay que decirles que al llegar a este green tiren corto, hacia aquel lado. Es muy importante".

Sobre la firma

Archivado En