El ajuste en los astilleros enfrenta al PSOE andaluz con el Gobierno

Dirigentes del PSOE reaccionaron ayer airadamente contra el expediente de rescisión de contratos de los astilleros públicos, que supone el recorte de 5.200 empleos y el cierre de las plantas de Cádiz y Sevilla. Los socialistas, además, exigen la retirada y modificación del plan de ajuste. El ministro de Industria, Juan Manuel Eguiagaray, reabrió las negociaciones con los sindicatos, rotas el jueves, pero el programa de ajuste sigue su curso, y las centrales mantienen las movilizaciones.

El plan de reconversión -la tercera que se plantea en el sector naval- afecta a nueve astilleros de s...

Dirigentes del PSOE reaccionaron ayer airadamente contra el expediente de rescisión de contratos de los astilleros públicos, que supone el recorte de 5.200 empleos y el cierre de las plantas de Cádiz y Sevilla. Los socialistas, además, exigen la retirada y modificación del plan de ajuste. El ministro de Industria, Juan Manuel Eguiagaray, reabrió las negociaciones con los sindicatos, rotas el jueves, pero el programa de ajuste sigue su curso, y las centrales mantienen las movilizaciones.

El plan de reconversión -la tercera que se plantea en el sector naval- afecta a nueve astilleros de seis comunidades autónomas. Los trabajadores de las diferentes plantas se movilizaron ayer para protestar contra el plan, que fue presentado por la mañana en la Dirección General de Trabajo. Las protestas más virulentas se produjeron en Cádiz y Sevilla, donde fueron cortadas las carreteras y vías de tren. En Cádiz, la policía se enfrentó a los trabajadores y a grupos de incontrolados. Dos personas fueron detenidas. A primeras horas de esta madrugada, varios grupos de jóvenes continuaban causando destrozos por diversos puntos de la ciudad.El Parlamento andaluz aprobó por unanimidad en un pleno extraordinario de ayer exigir la retirada del plan, iniciativa a la que se comprometió el propio presidente regional, el socialista Manuel Chaves. Como en el PSOE, dirigentes del Partido Popular e Izquierda Unida criticaron con dureza al Gobierno central.