"Ese cuate hará grande al Celaya"

"Ese cuate va a hacer grande al Celaya", mascullaba ayer un taxista mientras hacía cimbrear su coche por las calles de la ciudad de Méxicó. Butragueño llegó ayer cerca de las tres de la tarde (23.00, hora española) al aeropuerto internacional de la capital azteca. Desde, que puso el pie en tierra el Buitre se vio obligado a acatar su nuevo papel de ídolo del fútbol mexicano. Entre mujeres enjoyadas tomando café con leche y pastas, Butragueño no traicionó su estilo. "Me encanta México", "Una nueva etapa comienza para mí"... Butragueño demostró que es el de siempre, ahora sólo le falta co...

"Ese cuate va a hacer grande al Celaya", mascullaba ayer un taxista mientras hacía cimbrear su coche por las calles de la ciudad de Méxicó. Butragueño llegó ayer cerca de las tres de la tarde (23.00, hora española) al aeropuerto internacional de la capital azteca. Desde, que puso el pie en tierra el Buitre se vio obligado a acatar su nuevo papel de ídolo del fútbol mexicano. Entre mujeres enjoyadas tomando café con leche y pastas, Butragueño no traicionó su estilo. "Me encanta México", "Una nueva etapa comienza para mí"... Butragueño demostró que es el de siempre, ahora sólo le falta conseguir sobre el terreno de pego, que los mexicanos dejen de recordarle por los cuatro goles que le endosé a Dinamarca en el Mundial de 1986.