El Ejército croata rompe en 30 puntos las líneas serbias y cerca la capital de Krajina

Aviones estadounidenses de la OTAN atacan una batería de misiles serbocroata en Knin

Artillería, tanques e infantería de Zagreb unieron sus fuerzas la madrugada de ayer para lanzar una ofensiva total contra los serbios de Krajina, que ocupan desde 1991 una quinta parte del territorio croata. Los atacantes aseguran que rompieron las líneas enemigas en 30 puntos en un total de cuatro frentes, conquistaron varias ciudades y cercaron la capital de los secesionistas, Knin, de 20.000 habitantes, la mayoría de los cuales pasó el día en los refugios mientras ardían numerosos edificios. La réplica serbia fueron bombardeos con cohetes a Zagreb, Dubrovnik y otras ciudades. En dos ocasion...

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Artillería, tanques e infantería de Zagreb unieron sus fuerzas la madrugada de ayer para lanzar una ofensiva total contra los serbios de Krajina, que ocupan desde 1991 una quinta parte del territorio croata. Los atacantes aseguran que rompieron las líneas enemigas en 30 puntos en un total de cuatro frentes, conquistaron varias ciudades y cercaron la capital de los secesionistas, Knin, de 20.000 habitantes, la mayoría de los cuales pasó el día en los refugios mientras ardían numerosos edificios. La réplica serbia fueron bombardeos con cohetes a Zagreb, Dubrovnik y otras ciudades. En dos ocasiones sonaron las alarmas en la capital.

Muestra del impacto de la ofensiva croata es la decisión del líder serbobosnio, Radovan Karadzic, de destituir al general Ratko MIadic y asumir el mando de las fuerzas armadas de la autoproclamada república serbia de Bosnia. Karadzic pasa a ser a partir ele ahora comandante supremo y MIadic ejercerá como "consejero especial".La OTAN, que había amenazado con ataques aéreos si la fuerza de paz era atacada, supuestamente por las tropas croatas, finalmente castigó a las serbias. Dos aviones norteamericanos del portaaviones Theodore Roosevelt, que sobrevolaban la Krajina, atacaron una batería de misiles en las cercanías de Knin.

Esto viene a confirmar lo que anunciaba el suave tono de la generalizada condena internacional contra Zagreb, a la que se sumaron España y la UE, que no evocaba un riesgo real de represalias contra los croatas. Además, la actitud de EE UU, con el presidente Clinton a la cabeza, que llegó incluso a justificar la ofensiva y que subrayó la responsabilidad serbia en este conflicto, casi puede entenderse como una tácita aprobación para Zagreb.

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