El juez Bueren interrumpe sus vacaciones para reactivar la investigación del 'caso Lasa-Zabala'

El juez Carlos Bueren ha interrumpido sus vacaciones para regresar a la Audiencia Nacional y reactivar las pesquisas sobre el secuestro y asesinato, en octubre de 1983, de los presuntos miembros de ETA militar José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, en lo que se considera un precedente de las acciones de los GAL. Fuentes cercanas a la investigación señalan que el magistrado ha adoptado la decisión ante un importante testimonio" que una persona presuntamente relacionada con el caso está dispuesta a prestar. Si el testigo confirma las sospechas, la investigación podría acelerarse.

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El juez Carlos Bueren ha interrumpido sus vacaciones para regresar a la Audiencia Nacional y reactivar las pesquisas sobre el secuestro y asesinato, en octubre de 1983, de los presuntos miembros de ETA militar José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, en lo que se considera un precedente de las acciones de los GAL. Fuentes cercanas a la investigación señalan que el magistrado ha adoptado la decisión ante un importante testimonio" que una persona presuntamente relacionada con el caso está dispuesta a prestar. Si el testigo confirma las sospechas, la investigación podría acelerarse.

Las indagaciones sobre el secuestro y posterior asesinato de Lasa y Zabala están siendo realizadas por un equipo mixto compuesto por policías y guardias civiles, bajo la directa supervisión de la Viceministra de Interior, Margarita Robles. Fuentes de la -investigación ya avanzaron hace dos semanas que ésta iba "por muy buen camino", aunque no facilitaron más detalles.La Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía entregaron hace unas semanas al juez Buéren sendos informes con el resultado de sus averiguaciones desde que los cadáveres de Lasa y Zabala fueron encontrados e identificados en una cámara frigorífica del cementerio de Alicante. -Como consecuencia de las pesquisas, en Interior se barajan los nombres de alrededor de una docena de sospechosos y se ha pedido al juez la intervención de algunos teléfonos.

Los medios informantes apuntan la posible implicación de mercenarios que luego actuarían bajo las siglas de los GAL y guardias civiles del cuartel de Intxaurrondo (San Sebastián) en el secuestro y posterior asesinato de los dos presuntos miembros de ETA. Fuentes de la Guardia Civil señalan que sus indagaciones conducen hacia mercenarios, aunque no descartan de plano la implicación de algún agente "incontrolado".

En cambio, las investigaciones que realizan policías bajo el mando del comisario general Enrique de Federico, apuntan más directamente hacia funcionarios del instituto armado.

La hipótesis más fiable que manejan los investigadores del caso es que Lasa y Zabala fueron secuestrados en Bayona (Francia) y posteriormente trasladados a algún punto del País Vasco, donde permanecieron dos o tres días y fueron interrogados bajo tortura. Simultáneamente, permanecía secuestrado por otra rama de ETA el capitán de Farmacia Alberto Marín Barrios. Posteriormente, el comando les trasladó hasta Alicante, donde ambos fueron asesinados a tiros y sus cadáveres enterrados en cal viva en el término municipal de Busot. Tras ser descubiertos poco después, los cadáveres quedaron sin identificar hasta el pasado marzo.El ex sargento Enrique Dorado Villalobos, expulsado recientemente de la Guardia Civil, conoce datos del caso Lasa-Zabala según algunas fuentes, dado que prestó servicio muchos años en los grupos anti-ETA del cuartel de Inuaurrondo. Sin embargo, los medios informantes no creen que sea él quien está colaborando con el juez Bueren.

Las voces de Lasa y Zabala fueron grabadas durante los últimos minutos de sus vidas, mientras cavaban las tumbas en las que iban a ser enterrados minutos después, según publicó hace unos días el diario Egin. La grabación, que según el diario citado está ya en manos del juez Bueren, es escalofriante y en ella se escuchan insultos a las víctimas.

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Las familias de las dos víctimas y el abogado Migo Iruin aseguran no conocer la existencia de la grabación. De confirmarse la existencia de la cinta magnetofónica, se afianzaría la tesis de que Lasa y Zabala fueron enterrados inicialmente en un lugar diferente de donde fueron encontrados los cadáveres.

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