Tribuna:

Los Campos Elíseos

Entrar en París a finales de julio es la cosa más grande que le puede suceder a un ciclista.Yo me di cuenta de ello en mi primer Tour, en 1992. Fue un Tour en el que sufrí mucho. Fue muy duro y se corrió muy rápido. Tanto que cuando pasé la meta de los Campos Elíseos era el hombre más feliz del mundo. Había logrado cumplir mi objetivo: terminar el Tour.

La gente pude pensar que acabar un Tour es cosa fácil, que sólo es cuestión de proponérselo y esperar a que pasen esos 22 días. Pero están muy equivocados los que así crean. Durante esas tres semanas se pasan momentos muy malos, en los q...

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Entrar en París a finales de julio es la cosa más grande que le puede suceder a un ciclista.Yo me di cuenta de ello en mi primer Tour, en 1992. Fue un Tour en el que sufrí mucho. Fue muy duro y se corrió muy rápido. Tanto que cuando pasé la meta de los Campos Elíseos era el hombre más feliz del mundo. Había logrado cumplir mi objetivo: terminar el Tour.

La gente pude pensar que acabar un Tour es cosa fácil, que sólo es cuestión de proponérselo y esperar a que pasen esos 22 días. Pero están muy equivocados los que así crean. Durante esas tres semanas se pasan momentos muy malos, en los que sólo piensas en bajarte de la bicicleta, hacer las maletas e irte para casa. Por eso fue tan grande la satisfacción de terminarlo en París.

El año pasado, que era mi primera temporada en el Banesto, fue diferente. Fue terminar el Tour acompañando al líder, defendiendo al líder, formando parte de su ejército. El dar esa. vuelta de honor, una vez concluido, a los Campos. Elíseos creo que ha sido la cosa más grande que me ha podido pasar en estos seis años que llevo de profesional. En esos momentos ves lo que significa haber terminado un Tour en el que has estado ayudando a un compañero que lo ha ganado. Ves que la gente reconoce y valora tu trabajo, la labor de todos los compañeros en el equipo.

El reparto de todos los premios conseguidos entre todos los miembros de el equipo es una forma de pagar nuestro trabajo, pero es secundaria. Lo importante para los que no tenemos carácter ganador y nos dedicamos a trabajar para que ganen otros es la palmada en la espalda al final de la carrera.

Después de la vuelta de honor, lo que más me apetecerá es volverme para casa. No me apetece mucho la fiesta final, en la que a todos nos queda la camisa grande, sobre todo por el cuello, porque las medidas nos las toman en enero, cuando la presentación y entonces estamos bastante más gorditos. Además, quiero ver cuanto antes a mi novia. Joane no puede venir a París. Las mujeres de los demás compañeros vendrán a París para celebrarlo y a mí no me apetece estar solo.

corre el Tour con Banesto.

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