Una mujer exhibía en fiestas semidesnuda a su hija de 15 años

Antonia, R., de 48 años, se enriquecía explotando a su hija de 15 años, según informa la Jefatura Superior de Policía. Esta mujer vendía fotos de la joven desnuda y luego la obligaba a cantar con ropa transparente en fiestas y celebraciones privadas. La madre ha sido detenida acusada de corrupción de menores. La chica está ahora ingresada en un centro tutelado de la Comunidad.La menor no vivía con su madre. Residía en casa de una amiga de su progenitora. La policía averiguó el caso al escaparse la adolescente de ese domicilio. El día de la fuga se presentó en un centro de menores de la Comunid...

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Antonia, R., de 48 años, se enriquecía explotando a su hija de 15 años, según informa la Jefatura Superior de Policía. Esta mujer vendía fotos de la joven desnuda y luego la obligaba a cantar con ropa transparente en fiestas y celebraciones privadas. La madre ha sido detenida acusada de corrupción de menores. La chica está ahora ingresada en un centro tutelado de la Comunidad.La menor no vivía con su madre. Residía en casa de una amiga de su progenitora. La policía averiguó el caso al escaparse la adolescente de ese domicilio. El día de la fuga se presentó en un centro de menores de la Comunidad de Madrid. A raíz de las declaraciones de la adolescente, el fiscal ordenó una investigación para comprobar sí existía algún tipo de delito. Hace dos semanas, el Grume (grupo de menores del Cuerpo Nacional de Policía) localizó y detuvo a Antonia R. bajo la acusación de corromper y perturbar a su hija.

Según las investigaciones, la mujer hizo en 1993 un reportaje fotográfico de su niña. Ésta aparecía desnuda en diferentes planos y poses. La policía asegura que la intención de la madre era promocionarla en la canción española. Mientras exhibía las imágenes, Antonia pedía apoyo económico para impulsar la carrera artística de su hija. Difundía las fotos en círculos taurinos, según los agentes. También las enviaba a diversos toreros acompañada de una carta amorosa escrita por ella con el fin de conseguir un buen partido para su hija, según la policía.

La madre obligó a asistir a fiestas privadas a la menor. Ambas acudían a espectáculos en los que la chica cantaba con biquini de lentejuelas y trajes transparentes de faralaes, indicaron los agentes. Por cada actuación, la madre se embolsaba entre 100.000 y 200.000 pesetas.

En las investigaciones, los funcionarios han descubierto que hace un año la detenida había negociado un contrato de boda con un ciudadano peruano que residía en España sin permiso legal. La madre debía percibir 250.000 pesetas como contraprestación. Sin embargo, la boda no llegó a celebrarse.

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