Induráin, de perfil, en una medalla

Disertaba una tarde Humphrey Bogart, entre trago y trago, sobre la fama y sus consecuencias. "Eres una estrella", explicaba a sus contertulios, "cuando saben pronunciar tu nombre en Thailandia". La aseveración de Bogart, seguramente falsa para el caso de Arnold Schwarzenegger,. aúna el regusto anglosajón por lo evidente con el afán universalizador del mercado; se venda el producto que se venda, el criterio es extensivo y la tendencia es a ocupar el planeta.En otros ámbitos, la gloria, que está muchos codos por encima de la fama, tiene criterios más intensivos. Se alcanza exactamente cuanto el ...

Disertaba una tarde Humphrey Bogart, entre trago y trago, sobre la fama y sus consecuencias. "Eres una estrella", explicaba a sus contertulios, "cuando saben pronunciar tu nombre en Thailandia". La aseveración de Bogart, seguramente falsa para el caso de Arnold Schwarzenegger,. aúna el regusto anglosajón por lo evidente con el afán universalizador del mercado; se venda el producto que se venda, el criterio es extensivo y la tendencia es a ocupar el planeta.En otros ámbitos, la gloria, que está muchos codos por encima de la fama, tiene criterios más intensivos. Se alcanza exactamente cuanto el rostro aparece de perfil en una medalla. Es lo que está a punto de sucederle a Miguel Induráin, líder actual de la ronda francesa.

La Asociación Deportiva Banesto cayó en la cuenta de que el ciclista navarro alcanzará esa gloria si consigue ganar este Tour, el de 1995. Porque sería, en ese caso, el único profesional en ganar cinco Tour consecutivos, como es bien sabido.

El momento es irrepetible; si Induráin llega de amarillo a París, como repiten ya todos los locutores deportivos, estará un peldaño por encima de Jacques Anquetil, Eddy Merckx o Bernard Hinault; si no gana, podrá equipararse a ellos, pero eso ya será el futuro.

Así que Banesto recibió con mucho interés la idea expuesta por la Fábrica Nacional de la Moneda y Timbre, esa empresa que fabrica sueños de verdad, de los que se aproximan mucho a la realidad, que consiste en emitir una medalla conmemorativa de los cinco Tour de Indurain. La idea es, como suele suceder, más fácil de enunciar que de implementar.

La Fábrica y Banesto negocian, al día de hoy, las condiciones, coste y cantidad de la emisión. Se supone que la medalla será de plata; pero se mantiene en secreto su diseño. Los problema! son más de orden práctico. La FNMT y el banco quieren tener disponibles al menos unas decenas de medallas para cuando la ronda francesa eche el telón, el 23. próximo de julio. Brillante simultaneidad la de festejar el quinto Tour con la medalla que recoge la gesta de las cinco rondas. Como la sorpresa de una tarta de cumpleaños.

Claro que para eso la Fábrica de la Moneda tiene que empezar a trabajar con antelación. Dicen que se necesitan cuarenta días para completar una emisión. Aquí, la dificultad añadida es la duda práctica: ¿y si no gana? Pues teóricamente no hay problemas. "Se destruyen los troqueles y ya está".

. La aproximación épica, propia de la hagiografía deportiva que está de moda, tiene en este caso un reverso más práctico. Banesto puede fundamentar en los cinco Tour una campaña promocional abundante que rentabilice el éxito de su sección ciclista.

La Fábrica está interesada en diversificar su producción y buscar rentabilidades en productos distintos de los billetes y las monedas. En estos tiempos, resulta que el sustrato de la épica, incluso de la lírica, es el mercado.