Induráin reclama el trono

El campeón navarro gana la contrarreloj, se viste de amarillo y ya saca 2.20 a Berzin y 2.32 a Rominger

Llegó la contrarreloj, la hora de la verdad, y el Tour recuperó el orden. Al frente, el jefe, la máquina. Detrás, un pelotón humano de ciclistas secundarios y a años luz sus acompañantes. Miguel Induráin respondió a su gran cita con una puntualidad enfermiza. En la soledad de la crono el navarro exhibió su inmenso poderío por quinto año consecutivo y fumigó la carrera. Sólo Riis, un rocoso corredor danés, mantuvo la estela, y en la mejor etapa de su vida sólo cedió 12 segundos. Ahora es segundo en la general, a 23 segundos.Entre los aspirantes a incordiar al navarro, los más sobresalien...

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Llegó la contrarreloj, la hora de la verdad, y el Tour recuperó el orden. Al frente, el jefe, la máquina. Detrás, un pelotón humano de ciclistas secundarios y a años luz sus acompañantes. Miguel Induráin respondió a su gran cita con una puntualidad enfermiza. En la soledad de la crono el navarro exhibió su inmenso poderío por quinto año consecutivo y fumigó la carrera. Sólo Riis, un rocoso corredor danés, mantuvo la estela, y en la mejor etapa de su vida sólo cedió 12 segundos. Ahora es segundo en la general, a 23 segundos.Entre los aspirantes a incordiar al navarro, los más sobresalientes, Rominger y Berzin, tuvieron una actuación meritoria. Aparente, al menos. El suizo perdió 58 segundos y el ruso, 1.38. Un margen doloroso ante cualquier otro rival, pero respetable con Induráin por el medio.

Pero el esplendor de Induráin no debe trasladar al anonimato a algunos otros héroes de la jornada. Españoles, por cierto. Mauri estuvo bien y terminó entre los cinco primeros, pero la sorpresa saltó con los jóvenes Vicente Aparicio (Banesto) y el debutante Mariano Rojas (ONCE). Aparicio es el compañero de habitación de Induráin, Rojas, el juvenil de la carrera. Ambos son tímidos y poco habladores Hablan en la carretera. Manolo Sáiz le había aconsejado a Rojas que descansara en la contrarreloj, que no se esforzara. Incluso le prohibió entrenarse por la mañana y tenía previsto mandarle para casa. Sáiz no quería quemarle, pero con su soberbia actuación, el joven Rojas se ha metido de cabeza en el horno. A su paso por Bélgica, el Tour sufre un empacho español. Entre los 20 primeros de la general, seis españoles: Induráin, Mauri (7º), Aparicio (11º), Rojas (12º), Mauleón (16º) y Escartín (18º). Una general muy al gusto del jefe. Todo en orden.

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