EL TOUR

¿Tiene Induráin oposicion?

El español no deja resquicios a sus rivales: domina en contrarreloj y en montaña y, sobre. todo, es el mejor estratega

¿Quién y cómo derrotó a Anquetil? ¿Tuvo Merckx algún rival? ¿Fue el dominio de Hinault realmente incontestable? ¿Existe un retrato robot del ciclista que pueda detener el empuje de Induráin? Vista la secuencia de los éxitos del corredor español en los últimos cuatro años hay base suficiente para especular con una hipótesis de trabajo: hoy en día, Induráin no tiene, rival. Pero es una conclusión siempre arriesgada. No es un hecho novedoso, porque se repite en el tiempo cada vez que el ciclismo vive los efectos de un líder hegemónico. Los éxitos reiterados de un grande tienden a poner en cuestió...

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¿Quién y cómo derrotó a Anquetil? ¿Tuvo Merckx algún rival? ¿Fue el dominio de Hinault realmente incontestable? ¿Existe un retrato robot del ciclista que pueda detener el empuje de Induráin? Vista la secuencia de los éxitos del corredor español en los últimos cuatro años hay base suficiente para especular con una hipótesis de trabajo: hoy en día, Induráin no tiene, rival. Pero es una conclusión siempre arriesgada. No es un hecho novedoso, porque se repite en el tiempo cada vez que el ciclismo vive los efectos de un líder hegemónico. Los éxitos reiterados de un grande tienden a poner en cuestión la capacidad de sus contamporáneos. Un análisis posterior suele poner las cosas en su sitio: Anquetil, Merckx e Hinault no estuvieron solos; a su lado, hubo grandes corredores que multiplicaron el tamaño de sus hazañas.Charly Gaul, Federico Martín Bahamontes y Lucien Aimar derrotaron a Anquetil, como Luis Ocaña y Thevenet hicieron lo propio con Eddy Merckx, al igual que Hinault encontró la oposición de Laurent Fignon o Gren LeMond. Ellos tuvieron rivales que trataron de cuestionar su liderazgo explotando sus debilidades. Naturalmente, los enemigos de Anquetil fueron escaladores. Los de Merckx a Hinault, corredores completos y agresivos ¿E Induráin?

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Quien quiera poner en apuros al líder español no puede llevarse a engaño. Los planos de la batalla es tán sobre la mesa: cada victoria de Induráin ha sido una fotocopia de la anterior. El corredor español ha establecido un diseño propio: se abastece de minutos en la primera contrarreloj y los administra en la montaña. Induráin es una máquina como ciclista pero, sobre todo, es un enorme estratega, el mejor que ha conocido el ciclismo. Supera al propio Anquetil en capacidad de especulación por una sencilla razón , porque no está en inferioridad en la montaña. Hasta el momento, Induráin ha superado con creces el acoso de los grandes escaladores. Induráin puede atacar en cualquier terreno, circunstancia que le asemeja al propio Merckx, con la diferencia de que no está dispuesto, como era el caso del corredor belga, a derrochar esfuerzos.

Aquél que quiera darle réplica tiene que tener claro que su primera opción pasa por salir indemne de a primera contrarreloj. Candidatos los hay, fundamentalmente Rominger, Berzin y Zülle entre los corredores que han demosrado condiciones: extraordinarias en la prueba contra el crono. De estos tres sólo el ruso Berzin tiene a u favor el beneficio de la duda. Primero, porqué debuta en el Tour a sus 25 años. Segundo, porque en el Giro de 1994 derrotó a Induráin en cuantas pruebas contra el crono se celebraron. Las últimas referencias (desde mayo hasta finales de junio) dejan el panorama en blanco: Induráin y Berzin no se han visto las caras, como Rominger e Induráin. Rominger ha sido superior a Berzin en el Giro. Y Zülle ha caído ante Induráin en el Midi-Libre. Sólo el británico Chris Boardman ha superado a Induráin en distancias inferiores a los 20 kilómetros.

La contrarreloj obliga a una comparación estática (estadísticas, diferencias y enfrentamientos particulares). Es sumar y restar. Otra cosa es la carretera: en qué kilómetro es Induráin débil, dónde puede ser sorprendido, qué tiene que suceder para que el corredor español tenga que maniobrar en desventaja, cómo puede fabricarse una coalición que le impida el beneficio extra de algún aliado... si además su rostro es impenetrable.

Nadie conoce a un Induráin rabioso en tierra francesa. Sólo se conoce un ataque en toda regla, el diseñado por Chiappucci casi 200 kilómetros antes de llegar a la cumbre de Sestriere en julio de 1992. Era una acción imposible, que puso en dificultades al navarro, pero cuyo resultado fue pírrico: de hecho, Induráin tomó el maillot amarillo en esa etapa.

La autoridad de Induráin es muy hermética. No ofrece resquicios. Y oculta sus sentimientos. Nadie ha, dado con la fórmula. Ni existen indicios hasta hoy de que haya comenzado su declive. A fecha 1 de julio no hay respuesta.

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