González recibirá presiones en el federal para que haga cambios

Al líder, ni tocarlo; pero caras nuevas en el Gobierno, sí. En vísperas del comité federal que el sábado debatirá la estrategia a seguir por el partido tras la derrota del 28-M, la mayoría de los socialistas cierra filas en tomo a Felipe González, aunque algunos le anuncian que le pedirán cambios. Ayer surgieron más voces en demanda de ministros nuevos. Entre ellas, la de José Bono, que propone "un cambio en los modos de gobierno, en el Gobierno, en el partido y en las ideas".

Felipe González escuchará el sábado varias voces en favor de un cambio de Gobierno y de política, a juzgar por ...

Al líder, ni tocarlo; pero caras nuevas en el Gobierno, sí. En vísperas del comité federal que el sábado debatirá la estrategia a seguir por el partido tras la derrota del 28-M, la mayoría de los socialistas cierra filas en tomo a Felipe González, aunque algunos le anuncian que le pedirán cambios. Ayer surgieron más voces en demanda de ministros nuevos. Entre ellas, la de José Bono, que propone "un cambio en los modos de gobierno, en el Gobierno, en el partido y en las ideas".

Felipe González escuchará el sábado varias voces en favor de un cambio de Gobierno y de política, a juzgar por las intervenciones de algunos de sus parlamentarios, tanto en el Congreso como en el Senado. Existe entre los socialistas unanimidad en no abrir por ahora el debate sucesorio y en agotar la legislatura, pero también en aprovechar este tiempo para recuperar el espacio político perdido. El Comité Federal, convocado para analizar los resultados del 28-M, será el marco de estas peticiones.El senador Javier Rojo solicitó en el Grupo Parlamentario del Senado un cambio de Gobierno y de política para facilitar la recuperación del voto perdido. Argumentó que el suelo del que parte el PSOE, 31 % del electorado, en el que se ha recuperado una parte del voto perdido en las elecciones eroupeas, devuelve a los socialistas a a situación más favorable que hace unas semanas. Rojo enfatizó la conveniencia de que este papel pueda ejercerlo el Gobierno, pero cree necesario un cambio, no sólo de personas, sino de política. Una política que, a su juicio, debe sintonizar con la sociedad con un contenido más social. La senadora vasca Ana Urchueguia y el senador canario José Segura le apoyaron. Sus intervenciones contaron con una buena acogida en el Grupo Parlamentario del Senado, donde el guerrismo dispone de una gran representación. Todos los coincidieron en que es conveniente que el nuevo Gobierno que claramente las políticas de izquierda y derecha, tanto en donde se gobierna como en las comunidades autónomas y municipios que los socialistas han perdido poder. Destacaron, en este sentido, la conveniencia de que el PSOE salga del letargo que ha vivido en allí donde ha estado en la oposición política, como Castilla y León o el propio Ayuntamiento de Madrid.

El presidente de Castilla-La Mancha, única comunidad autónoma en la que el PSOE conserva la mayoría absoluta, ratificó esta idea sin tapujos, en declaraciones a la cadena SER. Según José Bono, "hay que hacer cambios en los modos de gobierno, hacer cambios probablemente en el Gobierno, hay que hacerlos en el partido y en las ideas, y hay que hacerlos sin ningún tipo de miedos".

Hablaba uno de los pocos socialistas no derrotados el domingo. En opinión de Bono, "los cambios que se han hecho hasta ahora en el partido han sido demasiado tímidos". A Felipe González, aseguró, los socialistas le han dado muchas llaves, y ahora esperan que las administre. "Yo no le voy a pedir que las entregue, pero sí que las use. El secretario general del partido es él y nadie más, y debe ejercer esa fuerza que los compañeros le dieron en el congreso

Sus palabras sonaron a cambio de Gobierno. Y por si había dudas, Bono añadió sin mencionar a nadie: "Hay que pensar en salir del despacho y en el cambio de personas, por ejemplo de ministros. La estabilidad del Gobierno es buena, pero la rutina a veces puede llegar a no serlo". Tras el presidente autonómico, dos ministros se sumaron a la autocrítica. Desde Noordwijk (Holanda), Javier Solana, titular de Asuntos Exteriores, pidió "personas e ideas nuevas" en el partido socialista, especialmente en las grandes ciudades, aunque no quiso comentar un posible cambio de Gobierno, informa

"No voy a ser yo quien diga si ha de haber cambios" en el Gobierno, eso corresponde al presidente González, afirmó Solana en Noordwijk, donde asistía a la reunión ministerial de La Haya. El ministro se limitó a dar la bienvenida al PSOE a "nuevas ideas y nuevas personas con ganas y dispuestas a establecer una mayor sintonía" con el electorado.

"No autoengañarse"

El titular de Obras Públicas, José Borrell, manejó también el argumento de que el análisis de los votos no debe afectar a González. "Los debates sobre la sucesión son equívocos e inoportunos", advirtió, porque el presidente del Gobierno ya ha expresado su intención de seguir hasta 1997. Pero esto no debe evitar, según su punto de vista, cambios en "muchas cosas". "No hay que autoengañarse, hemos perdido muchos ayuntamientos", indicó.Según Borrell, "en el PSOE ha habido voces, posiciones y opiniones que han desfigurado el mensaje del partido". "Algunos han emitido un mensaje que sin duda ha podido ser irreconocible para nuestras bases electorales. Han hablado muy alto y muy fuerte, y han representado no una renovación, sino un cierto travestismo ideológico".

Fuera de este entorno, las críticas resonaban aún más fuertes. El ex secretario general de la UGT Nicolás Redondo calificaba de "descalabro total" los resultados del 28-M y recomendaba a los socialistas obrar en consecuencia. "No sólo hace falta hablar de cambios de caras en el Gobierno y en el partido, sino de modificar la orientación, y eso hay que hacerlo públicamente, y no sólo en privado". En su criterio, González debe ser generoso. "Se impone un cambio de liderazgo". En línea con el reto lanzado por Redondo -"la persona que pueda sustituir a González tiene que empezar ya a tomar posiciones"-, Manuel de la Rocha, de IS, sugería plantear ya la sustitución tanto de Felipe González como de Alfonso Guerra.