GENTE

METERSE EN HONDURAS

Una pareja de hondureños revivió el drama de la virginidad cuando un hombre rechazó a su esposa un día después de la boda, lo que ha iniciado una discusión que se ventila en los tribunales y la prensa entre la curiosidad y el morbo. Dilcia Mendoza, estudiante universitaria de informática de 22 años, se ha convertido, de la noche a la mañana, en un personaje de primera plana en los medios de comunicación de Honduras tras denunciar en los tribunales de justicia que su marido la devolvió a su madre alegando que ella no era virgen. Lo que su esposo, Reynaldo Martínez, le regaló...

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Una pareja de hondureños revivió el drama de la virginidad cuando un hombre rechazó a su esposa un día después de la boda, lo que ha iniciado una discusión que se ventila en los tribunales y la prensa entre la curiosidad y el morbo. Dilcia Mendoza, estudiante universitaria de informática de 22 años, se ha convertido, de la noche a la mañana, en un personaje de primera plana en los medios de comunicación de Honduras tras denunciar en los tribunales de justicia que su marido la devolvió a su madre alegando que ella no era virgen. Lo que su esposo, Reynaldo Martínez, le regaló a Dilcia no fue una "luna de miel", sino una "noche de hiel" en la que el marido valoró a su joven esposa por el himen. La boda se celebró sólo por lo civil con una gran fiesta en la que novios e invitados posaron para la foto del recuerdo, que una semana después ilustró la primera plana de los diarios y la televisión. Dilcia interpuso una demanda contra Reynaldo por asegurar que ella no era virgen la noche de bodas y que se casó por interés en el dinero del marido, un comerciante que al parecer es coleccionista de "vírgenes", según sus declaraciones a la prensa. La ofendida presentó como pruebas una braga y una sábana manchadas con sangre y se sometió a exámenes físicos, de sangre y orina para demostrar que nunca antes se había acostado con un hombre. En algunos medios de comunicación la curiosidad de los reporteros llegó a extremos de morbosidad, lo que fue cuestionado por dirigentes del Centro de Derechos de la Mujer (CDM). El marido, que se jacta de tener "experiencia" con "señoritas", alega que si su esposa nunca tuvo antes relaciones con otro hombre no hubiera soportado "que la usara tres veces la primera noche", que fue la última. Narda Meléndez, abogada que trabaja en un consultorio jurídico popular, señaló que lamentablemente en Honduras la virginidad es un tema que la mayoría de los hombres toman en cuenta para formalizar una relación de pareja. La prensa local ha publicado versiones individuales de la pareja y el marido aseguró que durante el noviazgo Dilcia "nunca se dejó tocar ni los dedos".-

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