El cobro de chantajes vuelve a llenar las arcas a los comandos de ETA

ETA dispone de grandes sumas de dinero gracias al cobro del denominado impuesto revolucionario, según fuentes de la policía, que han constatado que los comandos detenidos recientemente tenían sumas más elevadas que en años anteriores. La policía francesa halló el sábado 120 kilos de explosivos cerca de Bayona, en el sur de Francia, donde iban a ser recogidos por un correo para su traslado a España.

Expertos antiterroristas señalan que "Ia mejor prueba" de que la organización terrorista no pasa por dificultades económicas es que no ha recurrido, como otras veces, al secuestro de un indus...

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ETA dispone de grandes sumas de dinero gracias al cobro del denominado impuesto revolucionario, según fuentes de la policía, que han constatado que los comandos detenidos recientemente tenían sumas más elevadas que en años anteriores. La policía francesa halló el sábado 120 kilos de explosivos cerca de Bayona, en el sur de Francia, donde iban a ser recogidos por un correo para su traslado a España.

Expertos antiterroristas señalan que "Ia mejor prueba" de que la organización terrorista no pasa por dificultades económicas es que no ha recurrido, como otras veces, al secuestro de un industrial y la consiguiente petición de rescate para engrosar su caja.Los análisis policiales revelan también que ETA ha logrado recomponer y reforzar su dirección, a cuyo frente se sitúa a Ignacio de Gracia Arregui. Las mismas fuentes están convencidas de que la dirección etarra tiene todo el control político de la organización, aunque hasta hace poco el Gobierno sostenía que esta función la desempeñaban dirigentes de KAS.

Expertos anti-ETA señalan que ésta ha decidido reservar sus comandos armados para acciones "de alto nivel" y activar a grupos de su entorno para realizar "sabotajes a pequeña escala". Los etarras, según documentos interceptados por la policía, consideran que "este tipo de lucha armada de baja intensidad es una cantera fiable para elegir elementos preparados que puedan dar el saltó a un talde [grupo] armado".

El presunto jefe de uno de estos grupos de saboteadores, Alfredo Aramburu García, está siendo buscado por su implicación en el ataque con artefactos incendiarios que sufrió en marzo una patrulla de la Ertzaintza en Rentería (Guipúzcoa). Uno de los agentes se debate entre la vida y la muerte.

Las fuerzas de seguridad siguen desorientadas sobre los integrantes del comando Madrid, que atentó contra José María Aznar.

Página 11

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