El coche por 20 duros

Un colaborador de ETA recupera en subasta judicial su automóvil por 100 pesetas

El coche no es ninguna maravilla, es de segunda mano, pero parece que todavía anda, así que es toda una ganga comprarlo por 20 duros. Claro que en este caso el comprador es su antiguo propietario, un colaborador de ETA al que embargaron su Opel Corsa en 1990 porque se lo había prestado a dos terroristas del comando Vizcaya. Andoni Murelaga Izaguirre ha conseguido la cuadratura del círculo mediante las hábiles gestiones de su abogada, Arantxa Zulueta. Jueces y fiscales de la Audiencia Nacional se sienten toreados, una vez más, con este tipo de prácticas.Murelaga fue detenido por la E...

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El coche no es ninguna maravilla, es de segunda mano, pero parece que todavía anda, así que es toda una ganga comprarlo por 20 duros. Claro que en este caso el comprador es su antiguo propietario, un colaborador de ETA al que embargaron su Opel Corsa en 1990 porque se lo había prestado a dos terroristas del comando Vizcaya. Andoni Murelaga Izaguirre ha conseguido la cuadratura del círculo mediante las hábiles gestiones de su abogada, Arantxa Zulueta. Jueces y fiscales de la Audiencia Nacional se sienten toreados, una vez más, con este tipo de prácticas.Murelaga fue detenido por la Ertzaintza, la policía autónoma vasca, el 4 de abril de 1990. En la misma operación fue arrestada su mujer, Aintzane Aboitiz, aunque días después fue puesta en libertad. Tras su detención, Andoni Murelaga fue acusado de colaborar con ETA. Concretamente, la policía aseguró que Murelaga había alojado en su domicilio de Deusto (Vizcaya) a los terroristas Julián Atxurra, Pototo, y a Carmen Guisasola, La Gorda, así como de haberles prestado su automóvil, el citado Opel con matrícula BI-2219-AV.

De acuerdo con las investigaciones de la época, el coche fue utilizado por ETA para realizar alguna acción de la organización, motivo por el cual acabó siendo requisado como cuerpo del delito. Un año después, Murelaga fue condenado en la Audiencia como colaborador de ETA, mientras el coche quedó en depósito a la espera de la correspondiente subasta.

Hace unos meses, el automóvil salió a subasta. En la primera ocasión, nadie acudió a interesarse por el vehículo, por lo que volvió a salir en segunda subasta. Tampoco en esta ocasión se interesó nadie por el coche, por lo que fue convocada una tercera subasta, y en esta ocasión, a precio libre, sin una cantidad mínima de salida. Fue hace unos días cuando, gracias a las gestiones de la abogada Zulueta, el automóvil acabó en sus manos.

Ayer, las agencias de información general rebotaron la noticia, a la vez que se hacían eco del malestar existente entre los fiscales de la Audiencia Nacional, quienes están seguros de que el Opel pasará de nuevo a propiedad de Murelaga.

Por ese motivo, la fiscalía de la Audiencia anunció ayer que recurrirá la adjudicación ante la Sección Tercera de lo Penal, por entender que ha podido producirse un fraude de ley. En la Audiencia se asegura que no se trata, ni mucho menos, del primer caso de tales características. Al respecto, señalan que, cuando se subastan bienes pertenecientes en su día a miembros de ETA o dirigentes de organizaciones afines, "a nadie se le ocurre pujar en la subasta para evitarse problemas".

A través de esta práctica, condenados por terrorismo o por colaboración con ETA han recuperado por módicos precios propiedades que les habían sido embargadas. En el caso de que prosperen los correspondientes recursos, las propiedades subastadas pasan finalmente a propiedad del Estado.

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