CLASICISMO SIN 'GLAMOUR'

El glamour fue el auténtico ausente de la colección que ayer presentó en Madrid la firma Loewe con vistas al otoño-inviemo próximo. Loewe se separó así de los desfiles que el mes pasado presentaron los diseñadores españoles en la Pasarela Cibeles de Madrid. Clasicismo y comercialidad fueron las notas más destacadas, en un desfile que los responsables de la cotizada firma prefieren denominar como presentación técnica y en el que la entrada estuvo restringida a la prensa especializada. La presentación técnica consistió en que los asistentes, sentados como en mesas camillas, pudieran llama...

El glamour fue el auténtico ausente de la colección que ayer presentó en Madrid la firma Loewe con vistas al otoño-inviemo próximo. Loewe se separó así de los desfiles que el mes pasado presentaron los diseñadores españoles en la Pasarela Cibeles de Madrid. Clasicismo y comercialidad fueron las notas más destacadas, en un desfile que los responsables de la cotizada firma prefieren denominar como presentación técnica y en el que la entrada estuvo restringida a la prensa especializada. La presentación técnica consistió en que los asistentes, sentados como en mesas camillas, pudieran llamar la atención de las modelos para que se acercaran y así pudieran toquetear las prendas. Ya se puede adivinar que lo de los toqueteos de modelos fue pasto de más de una broma por parte de fotógrafos masculinos. La colección, en la que como siempre en Loewe abundaron las napas de calidad, tuvo un toque a lo Audrey Hepburn. Faldas muy estrechas y con un largo algo teresiano, es decir, justo por la rodilla o por debajo de ella, aliviado por elevadísimos zapatos de tacón de aguja y medias con la sugestiva costura. El mismo toque Hepburn lo pusieron los bolsos, pequeños y bien armados, en formas cuadradas u ovaladas. Los colores clásicos -negros, marrones y marinos- combinaron con algunos explosivos, como los utilizados en lo más vistoso de la colección: unos conjuntos en punto y napa de chillones fucsias, naranjas y rojos.-