GENTE

PISTOLEROS EN LA GUÍA

Hasta los padres más padrazos tienen a veces deseos de hacer picadillo a sus hijos, pero pocos son capaces de ir tan lejos como Sandra y Elton Maben, que contrataron a un asesino para que acabara con su vástago. La verdad es que todo el mundo sabía que Gerald era una fuente de problemas. Un vecino de ' la zona de caravanas en la que los Maben vivían en Phoenix (Arizona) declaró al Arizona Republic que Gerald estaba siempre "destrozando cosas, dando golpes por ahí... Hace uno o dos días estaba matando palomas con una escopeta. Sí, era un problema". La conducta...

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Hasta los padres más padrazos tienen a veces deseos de hacer picadillo a sus hijos, pero pocos son capaces de ir tan lejos como Sandra y Elton Maben, que contrataron a un asesino para que acabara con su vástago. La verdad es que todo el mundo sabía que Gerald era una fuente de problemas. Un vecino de ' la zona de caravanas en la que los Maben vivían en Phoenix (Arizona) declaró al Arizona Republic que Gerald estaba siempre "destrozando cosas, dando golpes por ahí... Hace uno o dos días estaba matando palomas con una escopeta. Sí, era un problema". La conducta de Gerald era tan insufrible que los vecinos dijeron a los Maben que o se iba él o les echaban a todos. Los padres de Gerald decidieron que la única solución era alejar al hijo. Definitivamente. Para su desgracia, el asesino que contrataron por 2.000 dólares (unas 250.000 pesetas) resultó ser Jack Ballentine, un policía encubierto de Phoenix. El agente admitió a la pareja que estaba un poco impresionado por la misión. Sandra "se puso frenética y dijo: 'Si no puede hacerlo, traigo a alguien de Sunnyslope para que lo haga por 50 dólares". Ballentine aceptó el encargo y cuando le entregaban los 2.000 dólares aparecieron otros policías que detuvieron a los frustrados parricidas. Era la primera vez que Ballentine se encontraba con unos padres que querían matar a su hijo, aunque ha sido contratado como asesino a sueldo en unas diez ocasiones. "El caso más raro me ocurrió, hace unos cuatro años", dice. "Vino aquí una canadiense, se pensó que esto era el salvaje Oeste, y creyó que, podía encontrar asesinos en la guía telefónica". La mujer, una catequista, encontró Guns for hire (Pistoleros a sueldo) en la guía, telefoneó y explicó que quería que mataran a su marido porque estaba enamorada del gerente de su club y el divorcio pudiera resultar muy duro para la familia. Guns for hire era una pantalla. Ballentine hizo de asesino y la mujer fue a la cárcel.- (THE INDEPENDENT-EL PAÍS),

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