MUNDIAL DE ATLETISMO EN SALA

Vuelve el mejor Peñalver

Antonio Peñalver ofreció ayer todos los síntomas de su recuperación. Después de su medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Barcelona, su trayectoria ha sido decepcionante. Las lesiones y un cierto abandono tras el éxito han conducido a Peñalver al pie de la montaña. Su problema no está en la clase y en las condiciones físicas, sino en la voluntad de enfrentarse a la disciplina de decatlón, un trabajo que requiere una extraordinaria determinación y sacrificio.Frente a los agoreros que habían pronosticado su decadencia definitiva, Peñalver parece en disposición de volver a colocarse entre lo...

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Antonio Peñalver ofreció ayer todos los síntomas de su recuperación. Después de su medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Barcelona, su trayectoria ha sido decepcionante. Las lesiones y un cierto abandono tras el éxito han conducido a Peñalver al pie de la montaña. Su problema no está en la clase y en las condiciones físicas, sino en la voluntad de enfrentarse a la disciplina de decatlón, un trabajo que requiere una extraordinaria determinación y sacrificio.Frente a los agoreros que habían pronosticado su decadencia definitiva, Peñalver parece en disposición de volver a colocarse entre los mejores del mundo. En la primera jornada del heptatlón se situó en quinta posición, metido entre los aspirantes a medalla. Pero mejor que eso fue la impresión que dio. De nuevo se vio al atleta motivado y competitivo, al hombre que siempre aseguraba sus mejores actuaciones en los grandes campeonatos. Ese apetito había desaparecido en los dos últimos os tras su ruptura con Miguel Ángel Millán, el hombre que le había conducido como decatleta desde sus años escolares en Alhama de Murcia.

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Con el regreso de su espíritu competitivo, Peñalver estuvo por encima o en el filo de sus mejores marcas. Más que el valor de su puntuación en la primera jornada, prevalece el optimismo para el futuro. La impresión es que vuelve el mejor Peñalver.

El decatleta murciano se mostró satisfecho. Volvió a sentir buenas sensaciones, dijo. Volvió a encontrar los recursos de su portentosa capacidad física. No pudo reprimir Peñalver una mueca de insatisfacción por su actuación en el lanzamiento de peso, precisamente una de sus especialidades predilectas. "Me he confiado en exceso", admitió. "He hecho un calentamiento muy largo y luego no he podido responder como yo quería en la prueba. Pese a todo, estoy satisfecho y no me importa tanto el resultado como el hecho de haberme encontrado a gusto en una competición de alto nivel". Curiosamente, Peñalver fue el mejor clasificado en peso, con un lanzamiento de 16,15 metros, pero muy alejado de sus posibilidades reales, máxime si se tiene en cuenta que en los Juegos Olímpicos lanzó 16,50 metros. Ante la segunda jornada, la clasificación del heptatlón está abierta a todas las posibilidades, puesto que Peñalver es quinto, pero tan sólo1eseparan 15 puntos del tercer puesto, que ahora ocupa el checo Tomas Dvorák. Tampoco son inalcanzables los dos primeros, el norteamericano Blockburger y el francés Plaziat.

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